El argentino Jorge Accame ha resultado ganador del XI Certamen Internacional de Microrrelatos Cardenal Mendoza, que organiza la bodega jerezana Sánchez Romate, por su trabajo Jaque de Coz.
Un jurado presidido por Mauricio Gil Cano, e integrado por Josefa Parra Ramos, poeta y directora de la Fundación Caballero Bonald; Ana Sofía Pérez-Bustamante Mourier, profesora titular de Literatura Española de la UCA, escritora y vicedirectora de la Real Academia Hispanoamericana; José López Romero, catedrático de Lengua y Literatura, narrador y crítico; y Evaristo Babé Romero, presidente del Consejo Regulador del Brandy de Jerez, decidió otorgar, además, los siguientes premios del XI Certamen Internacional de Microrrelatos Cardenal Mendoza:
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Segundo premio: Loba de mar, original de Miguel Ángel Escudero Eble, de Madrid.
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Tercer premio: (Irracional) declaración de amor y vino en un ascensor, original de Miguel Barreras Alconchel, residente en Valderrobres (Teruel).
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Mención Cardenal Mendoza Non Plus Ultra: Madera vieja, original de Agustín Celis Sánchez, de Jerez.
Al certamen se han presentado 1.737 trabajos procedentes de 31 países: España, Alemania, Austria, Andorra, Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Chile, China, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos de América, Francia, Guatemala, Honduras, Italia, México, Montenegro, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Reino Unido, República Dominicana, Suiza, Turquía, Uruguay y Venezuela.
El primer premio está dotado con 2.000 euros, una botella de brandy de Jerez Cardenal Mendoza Non Plus Ultra y una caja de vinos de Jerez de las reservas Romate. El segundo galardonado recibirá un premio de 700 euros, una botella de brandy de Jerez Cardenal Mendoza Carta Real y una caja de vinos de Jerez de las reservas Romate.
El tercer premio consistirá en 600 euros, una botella de brandy Cardenal Mendoza Clásico y una caja de vinos de Jerez de las reservas Romate. Además, la Mención Cardenal Mendoza Non Plus Ultra al microrrelato que mejor potencie la imagen del brandy de Jerez supone como trofeo una botella del muy añejo y exclusivo brandy de Jerez Cardenal Mendoza Non Plus Ultra y una caja de vinos de Jerez de las reservas especiales Romate.
Estos son los microrrelatos ganadores:
'Jaque de coz'
Los ajedrecistas comparten una botella de brandy de Jerez durante la extensa partida. Al mover el caballo para dar jaque mate, el vencedor advierte con sorpresa que la bebida desaparece de su copa, como si un orificio en el fondo la absorbiera desde conductos secretos.
Lejos en el tiempo, entre las hogueras del campamento griego, un guerrero de Ítaca se pregunta si algún día podrán tomar la ciudad que sitian desde hace casi diez años y regresar a la patria. Su copa vacía se llena de pronto con un licor dorado. No se alarma: en los alrededores hay dioses que lo favorecen. Pero cuando acerca la copa a sus labios, el aroma lo precipita en el inquietante recuerdo de un juego que no conoce, donde un caballo acecha a un rey.
Jorge Accame
'Loba de mar'
Estaba tomándome un brandy de Jerez cuando apareció en el restaurante mi cita a ciegas. Arrastraba una pata de palo. No me importó. Llevaba un parche en un ojo que resaltaba el intenso azul del otro. Tenía un garfio, en vez de mano derecha, con el que pinchaba las croquetas y me las ponía en la boca. Fue tan romántico. Descubrimos que teníamos mucho en común: a los dos nos chiflaban el cine, los musicales y las sardinas en escabeche. Me propuso que hiciéramos una pequeña travesía en su barquito de vela. Acepté encantado.
Ahora navegamos en medio de un fuerte temporal a punto de cruzar el cabo de Hornos. Yo no paro de vomitar y de luchar para no caerme por la borda, mientras que ella maneja el timón y se ríe de mí a carcajadas. Me encanta su sentido del humor.
Miguel Ángel Escudero Eble
'(Irracional) declaración de amor y vivo en un ascensor'
Uso el ascensor como terapia para mi claustrofobia. Antes de cerrarse la puerta del ascensor de la facultad de Matemáticas, se coló mi alumna más lista, más bella y más morena de segundo de Álgebra. Se apellida Abril. No sé su nombre. Me miró sin sonrisa, preguntó qué piso. Dije dos. Abril sacó de su bolsillo un pintalabios de color morado. En el panel del número de pisos escribió un signo de raíz cuadrada encuadrando el número 2:√2
Apretó el botón. El ascensor perdió el destino. Subía y bajaba sin saber dónde parar. Abril sacó de su bolso una botella de brandy de Jerez y dos vasos. Mientras llenaba el mío dijo, con acento andaluz, Mi padre tiene una alquitara. Probemos cuánto mide el infinito, y avanzó para brindar el brazo derecho mientras con el izquierdo se subía la falda.
Miguel Barreras Alconchel
'Madera vieja'
Ahora sabemos que, minutos antes de su fusilamiento, Ambrose Bierce optó por un final cálido y persistente. La historia nos la legó el sacerdote de la villa de Sierra Mojada, en Coahuila, México. En lugar de la extremaunción que el cura le ofrecía para salvar su alma, el amargo Bierce escogió una última copa de brandy de Jerez, un trozo de papel y un lápiz. Acabada la ceremonia de la contemplación, escribió la más biográfica de las entradas de su diccionario:
brandy (de Jerez), s. Reposo elegido para acomodar este espíritu de madera vieja.
Agustín Celis Sánchez
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