Las 83 voces que hacen brillar las obras líricas del Villamarta

Este coro lleva 25 años siendo “el hijo del teatro”, una formación de voluntarios profesionales que trabajan para llevar a lo más alto las óperas del coliseo jerezano

Las 83 voces que hacen brillar las obras líricas del Villamarta. En la imagen la presidenta del coro, Clara Cantero y el vocal de comunicación, Bartolomé Benítez.
Las 83 voces que hacen brillar las obras líricas del Villamarta. En la imagen la presidenta del coro, Clara Cantero y el vocal de comunicación, Bartolomé Benítez. ESTEBAN

El coro del Teatro Villamarta lleva cuatro meses preparando la ópera Manon, el próximo estreno operístico que acoge la mayor institución escénica de la ciudad. En septiembre empezaron a preparar los ensayos y, desde hace 15 días, acuden diariamente al teatro para que nada falle en este gran estreno. 

Hay nervios porque supone una gran responsabilidad: 1.226 butacas expectantes esperando ver una producción de primer nivel. “Te tienes que montar en un escenario y darle el lustre al nivel de los solistas que vienen. Un buen solista si tiene mal coro no luce, y tú tienes que tener un nivel de calidad suficiente para no desmerecer a los solistas, y los que vienen aquí son espectaculares”, cuenta Bartolomé Benítez, vocal de comunicación. 

El Teatro Villamarta está integrado en el circuito nacional de lírica, lo que aporta un enorme prestigio, tanto a sus producciones como al propio coro, integrado por cantantes de San Fernando, Algeciras, Chiclana o El Puerto: “En el coro hay médicos, abogados, enfermeros, profesores… todo el mundo tiene su vida y luego tienen esto”, añade Clara, su presidenta. “Hay una exigencia alta, aquí se trabaja duro, pero al final haces algo que te gusta y la gran recompensa es compartir escenario con artistas de primer nivel”. “Si el coro no da el do de pecho, por muy bien que cante Ismael Jordi esto se cae. Una ópera es un engranaje perfecto en el que se intercala todo”, explican desde la formación.

"Los mismos jerezanos deben saber que lo que tienen aquí es una joya"

El coro jerezano se define como un coro amateur, en el sentido de que son voluntarios con diversas trayectorias que sacan el tiempo de debajo de las piedras para formar parte de este proyecto, al que engrandecen con muchas horas de trabajo (tienen ensayo todos los martes y jueves) más muchas horas de estudio en casa. “Hasta por la calle vas andando mirando las partituras”, explican entre risas. En este caso, en el coro son tan amateurs como profesionales, que la palabra no despiste ni reste caché, porque para llegar hasta aquí y evolucionar, hay que estar dispuesto a mantener un nivel muy exigente y estar en continua formación. “Los mismos jerezanos deben saber que lo que tienen aquí es una joya”, afirma Clara. 

El coro cumple 25 años el 16 de abril de este 2022, al igual que el propio teatro. Paco López fue el impulsor de esta iniciativa allá por el año 97, con la asesoría y ayuda de Juan Luis Pérez. Ellos fueron los primeros encargados en escoger las voces que tenían posibilidades de encarar las producciones del teatro a nivel lírico. Desde entonces, ha pasado por varias etapas, desde algunas esplendorosas de giras por España a momentos bajos en los que llegaron a ser 15 personas, que salieron gracias al impulso de José Luis de la Rosa: “Luchamos para que esto no cerrara y lo conseguimos”, explica Clara orgullosa. Con mucho trabajo y tesón, el coro se ha ido recomponiendo y hoy en día disfruta de una envidiable salud. 

Clara Cantero y Bartolomé Benítez en días pasados, en el Teatro Villamarta
Clara Cantero y Bartolomé Benítez en días pasados, en el Teatro Villamarta.   ESTEBAN

Clara Cantero, su actual presidenta, llegó en marzo de 2021 tras su elección por una Junta que salió por unanimidad, algo histórico en la formación. Cogió el relevo de su marido, José Ramón López Díaz. Lleva desde los inicios formando parte del coro, en una época en la que “los ensayos eran interminables”, y es que la ópera, esa forma de “teatro cantado”, como dice Clara, conlleva formación en diversos campos para los que tuvieron que aprender rápidamente. De Avilés se fueron a Gijón, y de ahí a La Coruña, Gerona, Murcia… hasta que la época de crisis acabó con las giras. 

“El año pasado nos quedamos menos de 40 pero hicimos una campaña de captación que funcionó muy bien. Recibimos casi 40 vídeos de los solistas del teatro, como Maribel Ortega, Ismael Jordi, Luis Cansino, Juan Jesús Rodríguez… se me pone la piel de gallina. Hemos pasado a tener 83 miembros y 12 audiciones que tenemos ahora, nos vamos a meter en nuestro objetivo que son 100 integrantes”, explica Bartolomé. “Lo más importante con la gente nueva que llega es realizar un proceso de integración respetuosa. El coro del teatro es la Champion, si tú llegas nuevo y nunca has jugado en la liga la gente se asusta o se desilusiona, por eso es tan importante ofrecer un acompañamiento”. 

"La ciudad de Jerez tiene una demanda muy importante de cultura"

El coro dependía del teatro en sus inicios, y luego se establecieron como asociación independiente con convenio de colaboración. Actualmente, el teatro sufraga los gastos para su formación, de manera que todo lo que llega se invierte en el propio coro. El fundamento de existencia es cubrir las exigencias del teatro, pero con una plantilla grande pueden afrontar más retos como asociación: “La ciudad de Jerez tiene una demanda muy importante de cultura, no solo a nivel lírico”, dice Clara. “La asociación es hija del teatro, pero también emprenden otras producciones independientes”, amplía Bartolomé. 

Si algo tiene claro, es que “el éxito de un buen coro está en la dirección musical”. José Ramón Hernández es el director artístico actual, pero antes pasaron cuatro directores: Angel Hortas, Antonio Martín, Juan Manuel Pérez Madueño y Joan Cabero. “Joan es un tenor profesional y también se dedica a la pedagogía del canto, por lo que el coro subió muchísimo, le tocó la lotería al teatro”, relata Clara. No se quieren olvidar de todas las partes que forman parte de este engranaje, incluidos los propios trabajadores del teatro, como la regidora Carmen Guerra o el vestuario de Jesús Ruiz con la sastra, Pepi. “Todo va perfectamente ajustado, hay una mecánica impresionante por detrás”. 

La dimensión del coro no acaba en el propio teatro. Más allá del Villamarta, tienen  una vocación cultural con toda la ciudad. “La infancia necesita de la música porque ha nacido en una época en la que la sociedad es individualista y egoísta, y no hay nada que te enseñe más a trabajar en equipo que la música. La música es absolutamente transversal. Lo más transversal es el deporte de base y el arte. Hay gente de derecha, de izquierdas, atea, religiosa, con diversidad de género… y a nadie se le pregunta nada. El arte y la cultura son vertebradores de la sociedad”. 

Una de las funciones principales que realiza el coro se da con las generaciones veteranas: “Las personas mayores sufren una pandemia grandísima que es la soledad, y aquí le damos la oportunidad de hacer conciertos participativos, charlas y conferencias”. 

En esta proyección, no solo quieren llegar a las distintas generaciones, también a todos los rincones de la ciudad: “Hay muchos barrios que tienen una situación complicada pero tienen derecho a disfrutar de la cultura. Como coro queremos acercar la cultura”. 

Sobre el autor:

V. Reyes

Periodista.

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