Martes Santo hasta las 22.40 horas: la lluvia lo deslavazó todo

Solo La Clemencia volverá otro día, el domingo; las restantes regresaron tras escampar; los pasos de Los Judíos volvieron por separado

Los Judíos de San Mateo
Los Judíos de San Mateo ESTEBAN

Hubo Martes Santo de milagro porque los pronósticos no daban un duro a favor de la jornada sin lluvias por la tarde noche. Pero nos tocó la china otra vez y a las 22.40 horas se puso a llover, primero tímidamente, después con más fuerza. Volvimos al destrozo de un martes que transcurría feliz excepto por los retrasos obligados al darse las cofradías un margen de una hora para salir. Lo hicieron todas, excepto La Defensión que desde muy temprano tuvo claro suspender la procesión. Tan temprano lo comunicó que a no pocos hermanos les pilló de camino a Capuchinos o en su propia casa vistiéndose, circunstancia que molestó a algunos de ellos por enterarse de la decisión a través de los medios.

El río de nazarenos rojo y negros entre la multitud que llenó la plaza de San Mateo.    ESTEBAN
El río de nazarenos rojos y negros entre la multitud que llenó la plaza de San Mateo.   ESTEBAN
Fuerza en la saetera que cantó ayer a Las Penas desde la casa de hermandad.   ESTEBAN
Fuerza en la saetera que cantó ayer a Las Penas desde la casa de hermandad.   ESTEBAN

La recogida del Cristo del Amor cerró la jornada a las 3.38 horas de la madrugada, después de haberse resguardado en la Catedral y esperar a que desapareciera el riesgo de lluvia. Los Judíos entró en San Mateo a las 3.20 de la madrugada después de una noche de locos: el misterio se fue a la Catedral y el palio a Santo Domingo. Decidieron que cada paso y desde el lugar donde estaban, tomaran el camino más corto para llegar a su iglesia, por separado. La Clemencia, el misterio, buscó refugio en la escuela de San José, pero el olivo del paso no permitía el acceso al patio y se quedó en el dintel de la trasera de San Marcos; el palio se metió en San Marcos. Más tarde, ambos se reunían en el oratorio de la escuela y desde allí se irán el domingo próximo.

El misterio con el crucificado y Los Remedios en Carrera Oficial.    ESTEBAN
El misterio con el crucificado y Los Remedios en Carrera Oficial.    ESTEBAN
Costaleros y devotos tras el paso de la hermandad.    ESTEBAN
Costaleros y devotos tras el paso de la hermandad.    ESTEBAN 

Bondad entró en La Victoria y desde allí, cuando escampó, marchó rápidamente para el santuario. La Salud entró en San Rafael a las 3.20 de la madrugada; a la 1.38 se recogió Salvación tras aguardar en San Juan de Letrán. Esto es en síntesis lo que ayer sucedió bien entrada en la noche. No hubo mojadas como las del lunes, la lluvia fue mucho menos intensa pero sí se prolongó algunos minutos más.

El paso del Lavatorio de Pies por primera vez en el Martes Santo.   MANU GARCÍA
El paso del Lavatorio de Pies por primera vez en el Martes Santo.   MANU GARCÍA

Antes de todo esto, el sol lucía más que las nubes en el cielo. Parecía milagrosa la mejoría del tiempo después de una tormenta que cayó sobre las tres de la tarde. Devolvió la sonrisa a los cofrade y más aún a los que tenían que decidir qué hacer. Empezó a pedirse la hora de cortesía de tal modo que todo se retrasó una hora en Aladro. Las primeras del día fueron las más arrojadas; entre ellas Bondad y Salvación por el año tan especial que vivían: estrenarse en la Carrera Oficial.

Primera firma en palquillo de Salvación.   MANU GARCÍA
Primera firma en palquillo de Salvación.   MANU GARCÍA​​​​​​​
Ambiente en Las Torres con el. misterio saliendo del Perpetuo Socorro.  MANU GARCÍA
Ambiente en Las Torres con el. misterio saliendo del Perpetuo Socorro.  MANU GARCÍA​​​​​​​

Cronológicamente, a las 17.23 salía el palio de Salud y Esperanza desde San Benito poniendo así a toda la hermandad en la calle. Un poco antes, Salvación ya estaba en medio de la barriada de Las Torres; a las 1.30 salía La Salud  recortando camino, como las anteriores, para recuperar tiempo y ajustar así sus horarios para las llegadas a palquillo; la primera en echarse a la calle fue Bondad y Misericordia a las 1.15 horas desde María Auxiliadora. El Amor abría las puertas de su capilla a las 18.44 de la tarde y casi a la misma hora abría San Mateo para que asomara la dorada cruz de guía de Los Judíos.

Nueva cruz de guía de La Clemencia y cortejo de hermanos con las nuevas túnicas.    MANU GARCÍA
Nueva cruz de guía de La Clemencia y cortejo de hermanos con las nuevas túnicas.    MANU GARCÍA​​​​​​​
El palio de Salud y Esperanza, anoche, refugiándose en San Marcos.   ESTEBAN
El palio de Salud y Esperanza, anoche, refugiándose en San Marcos.   ESTEBAN​​​​​​​
El palio por las calles del Polígono.    MANU GARCÍA
El palio por las calles del Polígono.    MANU GARCÍA​​​​​​​​​​​​​​

Así se fue sucediendo una tarde en la que todos rezaban e imploraban por no haber cometido el error del lunes, cuyo recuerdo sigue presente y sobre todo las imágenes del tremendo aguacero. Pese a que en la mañana el pesimismo o más bien el sentido común era lo que se imponía en las declaraciones de los responsables de las cofradías, que de forma mayoritaria daban por hecho quedarse en casa, las buenas nuevas meteorológicas metieron las ganas en el cuerpo aún cuando en poblaciones como Sevilla los chubascos se seguían sucediendo y las suspensiones fueron llegando una detrás de otra.

La Salud por el Chicle con su gente.   CANDELA NUÑEZ
La Salud por el Chicle con su gente.   CANDELA NÚÑEZ​​​​​​​
El Señor con un capote puesto para protegerlo de la lluvia. CANDELA NUÑEZ
El Señor con un capote puesto, entrando en la Catedral, para protegerlo de la lluvia. CANDELA NÚÑEZ

Por los pelos, al final sí hubo Martes Santo. Durante unas horas y hasta que el agua apareció se pudo disfrutar de lo que pusieron estas cofradías en la calle. La jornada fue histórica. Dos hermandades - Bondad y Salvación- pisaban por primera vez la Carrera Oficial. Lo hicieron con orgullo y muchas ganas de llamar la atención sobre su presencia en el corazón cofrade de Jerez. Mucha ganas costaleras y nazarenos comprometidos; cortejos que deben crecer, una labor en la que se deben empeñar los responsables de ambas hermandades. En cualquier caso, enhorabuena porque el esfuerzo tuvo su premio en el reconocimiento del público y, seguro también, en la satisfacción propia de sus hermanos.​​​​​​​

Cruz de guía de La Salud ya en la Catedral esperando volver a casa.   CANDELA NUÑEZ
Cruz de guía de La Salud, protegida con un plástico, ya en la Catedral esperando volver a casa.   CANDELA NÚÑEZ

Los Judíos fue grande como siempre. Esta hermandad, señera de la jornada, arrastró  multitudes allá por donde estuviera. La pena es que tuvo que correr en exceso para poder cumplir el horario. Tanto fue así que en Merced ante la peña Tío José de Paula, el palio dejó a un cantaor con la saeta en la boca porque no daba tiempo y había que achuchar. Al menos, al Señor de las Penas, sí se le pudieron catar dos en una calle abarrotada. Nos quedamos sin poder disfrutar de las cornetas y tambores de la Centuria tras La Defensión, en un año en el que esta banda venía muy mejorada y con ganas de Jerez e incluso con marcha para La Defensión. La ausencia de este crucificado en el martes junto a La O, se echó en falta. Al final acertó su junta con no salir. El tiempo en esta zona y en abril es una lotería que te puede tocar o no y a Jerez le ha tocado los dos días en los que daban agua.

Una reliquia del paso, la trompeta saetera que sonó ayer ante Las Penas.  ESTEBAN
Una reliquia del paso, la trompeta saetera que sonó ayer ante Las Penas.  ESTEBAN​​​​​​​
Músicos que, acabado el trabajo, volvían por calles mojadas.   ESTEBAN
Músicos que, acabado el trabajo, volvían por calles mojadas.   ESTEBAN​​​​​​​

La Salud presentó un gran cortejo de hermanos que ha ido creciendo con los años de trabajo por San Rafael. Al Señor será la última Semana Santa que lo verémos solo -¿una pena?- ya que para el próximo año empezarán a incorporar las restantes imágenes que conforman la iconografía. La salida de la Salud por el Vía Crucis dejó patente que en un paso a su medida, la imagen que hizo Aguado se basta por sí sola para llenarlo todo. La sabiduría costalera en La Clemencia está muy arriba. El trabajo de la gente de abajo es impresionante: ganas, oficio, fuerza y buen mando en el llamador. Pudimos disfrutar del palio que este año no presentó avances; pero ese frontal completo vale un potosí. Se notó que la banda de la hermandad vino reforzada o al menos dio esa sensación. Un pero, las flores del palio no fueron las más acertadas. Una combinación multicolor no es lo más adecuado para el nivel artístico que esta adquiriendo el conjunto. Una cosa es arreglar de flores un paso y otra arreglar una boda o similar. Pero en cuestión de gustos ya se sabe lo que se dice. En lo que sí se acertó fue en el cambio de detalles en la túnica: el escpulario carmesí, zapatos con hebillas, cordón dorado en vez de esparto. Se ha acertado, ganando en elegancia y personalidad. 

Costaleros de La Salvación mirando los trabajos que les tocaba bajo el paso.    MANU GARCÍA
Costaleros de La Salvación mirando los trabajos que les tocaba bajo el paso.    MANU GARCÍA​​​​​​​

El Amor se vio algo más corta de hermanos después de las últimas salidas antes de la pandemia en la que se comprobó una progresión ascendente en nazarenos. No obstante, el orden, la disciplina y la vistosidad suplieron lo otro. Sonar sonaron bien y con fuerza las dos formaciones musicales. En la calle, magnífico ambiente. El Martes Santo en Jerez creció del mismo modo que la nómina cofrade. Mucho público joven. Muchas ganas de Semana Santa y, en consecuencia, bares llenos. En los palcos hubo media entrada. Las previsiones de posibles lluvias echó a muchos abonados atrás.

Sobre el autor:

KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

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