Penúltimo día de camino: la hermandad será la última en dormir este miércoles en Doñana

El calor, protagonista del regreso; el ritmo de la marcha se supedita a las horas con temperaturas más elevadas

Penúltimo día: la hermandad dormirá a las puertas de Doñana. La comitiva rociera jerezana transitando por la rodá.

La Marismilla, que fue el principio del camino, será también la última acampada de la Hermandad del Rocío de Jerez antes de que este jueves inicie el tránsito hasta el embarque y entre en Sanlúcar para llegar a Jerez a la caída de la tarde. Será la última en salir del Coto ya que las que la preceden han abandonado Doñana, la más importante por el número de acompañantes, Sanlúcar de Barrameda que hace su entrada en la ciudad desde la tarde. Todo terminó en Doñana que recupera la tranquilidad tras unos días en los que los rocieros han regresado a sus senderos para ir al Rocio.

El rengue: momento de reponer las fuerzas; en la imagen un grupo de rocieros a la sombra de los pinos.

El calor sigue condicionando el camino de vuelta que comenzó este martes. Las elevadas temperaturas provoca que, en las horas centrales del día, se ajuste el ritmo de la marcha para no castigar en exceso a la tracción animal. Por lo demás, el ambiente sigue siendo el habitual en el regreso: los números bajan sensiblemente excepto en los carros. La sección más evidente en esta disminución es en la tracción mecánica.

La jornada de este miércoles ha sido especialmente dura, dado que ha habido que atravesar los dos grandes arenales quen se encuentran en el camino, Los Ánsares y El Trigo. Tal y como sucedió en la ida, el regreso también se ha visto jalonado de atascos, e forma apeticular en estos dos espacios, en unas dunas y rodás con las arenas muy movidas por el paso de los vehículos, especialmente los de grandes dimensiones y fuerza, como los tractores.

No faltan los cantes rocieros en cualquier rengue; en la imagen el Popo de El Cuervo por sevillanas ante el simpecado.

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