El juez que lleva el caso autoriza a buscar el cadáver de la joven sevillana en la dársena del río, una zona donde todavía no se había hecho. Buzos de los GEO llevarán a cabo la operación.
Justo cuando se han cumplido ocho años de la muerte y de la desaparición de Marta del Castillo, un equipo de buzos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) con base en Guadalajara se desplazará a Sevilla para peinar, de nuevo, un tramo del río Guadalquivir.
En esta ocasión, se buscará en una zona donde todavía no se ha hecho, la dársena. En su auto, el juez que lleva el caso, Francisco de Asís Molina, considera que hay posibilidades de que el cuerpo de la adolescente pueda estar allí, basándose además en informes tanto del Instituto de Medicina Legal de Sevilla como del Cuerpo Nacional de Policía. Para Molina, que el asesino de Marta y sus cómplices arrojaran su cadáver en ese punto es "una conjetura más de tantas que podríamos hacer y no rechazar al desconocer la suerte o destino del cuerpo".
Igualmente, deja claro el juez que esta posibilidad de encontrar el cadáver ya justifica una nueva búsqueda, más allá de la versión que sostiene ahora el padre de la joven sobre el lugar en el que pudo ser arrojado el cuerpo de su hija.
Hay que recordar que Miguel Carcaño, condenado a 20 años de prisión por el asesinato, ha dado hasta ocho versiones diferentes del paradero del cuerpo. Además del río se ha buscado en un vertedero, en un descampado y en una finca a las afueras de la ciudad porque también llego a declarar que a Marta la arrojaron a un contenedor de basura, no al Guadalquivir. A pesar de esto, la principal hipótesis que ha manejado la policía siempre fue esta última.
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