Llamar "gorda", "enterada" o "grasosa" a una subordinada no es motivo de acoso laboral o mobbing, según una sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla, que ha absuelto a la ex jefa de un grupo de la Policía Local hispalense, que investiga casos de violencia machista, a la que diez de sus subordinados habían acusado de un delito contra la integridad moral por insultos y vejaciones, así como por cambiarles sus permisos y turnos de trabajo. La acusación particular estudia recurrir al Tribunal Supremo.
Según la sentencia, que recoge Diario de Sevilla, la Audiencia considera probado que M.L.F. llamó a una agente "gorda", "enterada" y "grasosa", a la vez que la criticaba por mantener, presuntamente, relaciones con un compañero de trabajo. Igualmente la sentencia recoge que llamó "floja" a otras dos funcionarias, siendo una de ellas discriminada por su forma de vestir y otra criticada con la expresión "ahí está, rascándose el coño". A otro de los agentes de su grupo lo denominaba "maltratador" —por tener abierto un procedimiento penal que fue sobreseído— y "rata".
Aun así, la sentencia considera que todo estos calificativos no son constitutivos de un delito de mobbing: "Para que pueda sostenerse la posible comisión de este delito hace falta que el trato sea en sí mismo calificable de degradante y, en segundo lugar, que por la entidad de la degradación pueda hablarse de un menoscabo grave del valor jurídico de la integridad moral, de modo que el delito no se cometería por cualquier vejación injustificada de una persona", recoge Diario de Sevilla.
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