La crisis migratoria que está sufriendo España, sobre todo en la costa andaluza, no parece tener fin. Son centenares de personas las que a diario se juegan la vida cruzando el Estrecho en precarias embarcaciones, a veces, ante la atónita mirada de veraneantes, como sucedió este pasado fin de semana en la playa gaditana de Zahora, cuando decenas de migrantes se bajaban a toda prisa nada más arriba a la costa.
El número de personas que han llegado a España en lo que llevamos de 2018 supera ya de manera holgada a las que lo hicieron en todo el pasado año y eso, según la Guardia Civil, “no hay infraestructura que lo resista”. José Encinas, de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), afirma que los compañeros destinados en el Campo de Gibraltar se sienten “desbordados” y explica que ahora mismo, ante el cariz que han tomado los acontecimientos, gran parte de los esfuerzos se destinan a sofocar la avalancha de migrantes, tanto desde que son localizados en alta mar hasta que llegan y se les atiende en los centros habilitados para ello. Esto, a su vez, provoca que tengan que destinar menos esfuerzos a otros asuntos de gran calado, como la violencia de género o el narcotráfico, que tanto daño hace en este punto del sur peninsular, señala.
Aun esta avalancha, Encinas denuncia la “falta de previsión del Gobierno”. “Los datos hacían ver que esto prometía. Está claro que se vaticinaba que el curso de los acontecimientos iba a ir por este sentido y que el verano sería calentito” y añade que “no se han determinado los servicios necesarios y no se han preparado los que hay de la forma adecuada sin que se resientan”, por lo que, concluye, “entendemos que se está actuando de manera improvisada”, si bien en las últimas semanas están llegando a Cádiz refuerzos provenientes de las provincias de Sevilla y Málaga.
Agentes de la Guardia Civil, trasladando a algunos migrantes a un centro habilitado para acogerlos, en una imagen retrospectiva. FOTO: MANU GARCÍA
En cuanto a las declaraciones que el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, hacía recientemente al diario El Mundo, comparando el Campo de Gibraltar con Lampedusa, Encinas considera que son “valoraciones políticas en las que no entro. Sabemos lo que hay y está claro que la avalancha que tenemos en ciernes puede hacer que estemos desbordados en todos los sentidos y que sea complicado poder recibir y dar un tratamiento adecuado a tantas personas. Afortunadamente las corporaciones locales se están implicando, pero se tienen que implicar mucho más el Gobierno y también la Unión Europea, que tiene que abrir los ojos ante el drama de la inmigración que tenemos aquí”.
El portavoz de la AUGC también denuncia la situación que viven los guardias civiles destinados en Ceuta y que se encargan de vigilar la valla fronteriza. Días atrás, decenas de migrantes la cruzaron empleando una violencia que hasta ahora no se había visto, con piedras e incluso con cal viva, lo que produjo a varios agentes quemaduras de consideración. “La rabia y la indignación es grande al ver que en ningún momento se nos autoriza a usar las medidas de contención necesarias para protegernos y eso hizo que una gran cantidad de compañeros resultaron heridos”, critica Encinas, que reconoce que “esto no se había visto nunca. Prepararon a conciencia ese asalto con medios como ácido y cal viva. Ellos conocen nuestras debilidades, saben que no podemos utilizar medidas de contención y la usan a su favor. Obviamente no somos parapetos humanos, tenemos que tener los medios para evitar esto”.
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