Este domingo, una bola de fuego artificial fue vista en la zona sur de la Península, ya que sobrevoló varias provincias de Andalucía —en provincias como Granada dejó imágenes espectaculares—, Murcia y el sur de Alicante.
El fenómeno ocurrió a las 23:50 horas del 10 de agosto, cuando varios fragmentos incandescentes recorrieron el cielo nocturno. Por su espectacularidad, hubo muchas especulaciones sobre su origen. En un primer momento muchos calificaron como la caída de un meteorito.
El meteoroide inició su recorrido a 116 kilómetros de altitud sobre Jarafuel (Valencia), cruzó el cielo hacia el suroeste, sobrevoló Albacete y se extinguió con una explosión a 86 kilómetros de altitud, a la altura de Los Arejos (Murcia). Su luminosidad fue tal que pudo verse desde más de 600 kilómetros y recorrió 182 kilómetros en la atmósfera.
Hay expertos, como el astrofísico José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y director del proyecto Smart, que en un primer análisis consideraron que la reentrada en la atmósfera terrestre de este objeto artificial se debía a un satélite.
"El brusco rozamiento con el aire a esta enorme velocidad hizo que el objeto se rompiese en multitud de fragmentos, que se volvieron incandescentes. De esta forma se generó una bola de fuego artificial que se inició a una altitud de unos 118 kilómetros sobre el océano Atlántico", explicaba Madiedo.
Un satélite lanzado hace dos años
En las jornadas posteriores, se ha podido saber que se trató de un satélite Starlink en proceso de desintegración atmosférica. El astrofísico Jonathan McDowell, experto en el seguimiento de objetos orbitales, asegura que el responsable fue el Starlink 30199.
Fue lanzado el 10 de julio de 2023 por SpaceX desde California. Este satélite, que ofrece servicio de internet, completó su vida útil y se desintegró al reentrar en la atmósfera, cruzando sobre las provincias andaluzas de Cádiz, Málaga o Granada.
La red Starlink cuenta con más de 8.000 satélites y cada uno tiene una vida útil de unos cinco años. SpaceX dice que sus dispositivos están diseñados para desintegrarse completamente durante la reentrada, aunque en este caso no fue así.
Durante las primeras horas, tras el fenómeno, corrió la hipótesis de que se trataba de la cuarta etapa del cohete Jielong-3, lanzado el 8 de agosto por la empresa estatal China Rocket.



