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Los cines de toda España exhiben 'La gran ola', un documental del onubense Fernando Arroyo en el que muestra una verdad ocultad durante décadas: el riesgo real que existe en las costas atlánticas andaluzas de que se repitan tsunamis de proporciones devastadoras.

El documental La Gran Ola, del realizador onubense Fernando Arroyo, ha llegado este fin de semana a las salas de cines de toda España y lo ha hecho precedido de expectación tras su première en el Festival de Cine de Málaga el pasado día 18. El documental, desde un punto de vista meramente científico, trata sobre una verdad que ha estado oculta durante muchas décadas: el riesgo real que existe en España, sobre todo en las costas atlánticas andaluzas (Cádiz y Huelva), de que se repitan tsunamis de grandes proporciones. "La única realidad es que ningún científico del mundo puede afirmar que no se vaya a repetir a corto medio plazo porque en la zona no existen indicadores para poder hacer una estadística de retorno fiable", explica el director en un comunicado, quien asegura que las posibilidades de que ocurra ahora o dentro de cien años "son exactamente las mismas". Y, cuando se repita, "¿cuál será el panorama? Dependerá mucho de lo que avancemos en la prevención. Aún está casi todo por hacer", afirma.

El documental ha sido rodado en España y Portugal bajo la producción de Twizé Films. Cuenta con casi 40 entrevistas a científicos, funcionarios expertos, cargos públicos, rescatadores (BUSF), ONGs, etc, de diferentes países. Entre los testimonios, destaca el de María Belón, superviviente del tsunami del Índico en 2004 cuya historia y la de su familia inspiró la película Lo imposible, dirigida por Juan Antonio Bayona. Los onubenses tendrán la oportunidad de mantener un encuentro con Belón el próximo día 29, a las 20,00 horas, en los cines de Aqualón, en un pase especial del documental. El formato de rodaje es 4K, siguiendo los patrones de calidad más altos de la actualidad. Cuenta con dos grandes bloques: entrevistas y recursos compuestos por gran cantidad de imágenes aéreas de la costa, recreaciones virtuales de futuros tsunamis y grabación de imágenes de las playas y ciudades.

En el documental aparecen imágenes aéreas de toda la costa atlántica onubense, gaditana y portuguesa así como con efectos visuales realizados por los mismos profesionales que hicieron Gravity, Harry Potter o La vida de Pi. El director de La Gran Ola explica que el documental muestra una verdad "que a todos da miedo escuchar", por lo que asegura que "no debemos mirar a otro lado". "Si lo que plantea la comunidad científica ocurre estaremos ante una de las mayores catástrofes de la historia: un tsunami con olas de entre cinco y 15 metros que en apenas un cuarto de hora llegaría a las costas ibéricas", advierte. En este sentido, Fernando Arroyo afirma que el documental muestra "una realidad de la que hasta ahora nadie ha querido hablar, si exceptuamos algunos científicos o instituciones como el Instituto Español para la Reducción de Desastres".
"¿Qué pasará cuando se repitan los tsunamis que en el pasado han asolado las costas de España y Portugal?", se pregunta el director, quien añade que "aquí, al igual que en el Índico antes del 2004 no se quiere hablar de este tema, probablemente porque piensan que se espantaría al turismo y a la población. Esa es la principal similitud con el caso de María Belón: no se hace nada aunque se conoce el riesgo", asegura. Arroyo detalla que el tsunami, si fuese como el de 1755 -conocido como el Terremoto de Lisboa-, se produciría después de un gran terremoto a unos cientos de kilómetros del cabo de San Vicente. Este terremoto ya generaría enormes problemas en toda España y Portugal, "pero en la costas desde Lisboa hasta el Cabo de Trafalgar penetraría kilómetros allí donde no hubiera obstáculos en tan solo 20 minutos".

El realizador explica que la altura de la ola dependería de las características de la costa y de otros factores. Según los datos científicos que existen a raíz de estudios publicados, "afectaría a cientos de miles de personas y generaría pérdidas económicas elevadísimas, ya que hay que pensar que durante días amplias zonas no se podrían evacuar, no habría luz eléctrica ni comunicaciones, ni agua potable ni alcantarillado, y habría que evacuar a ciudades completas como Cádiz". Fernando Arroyo afirma que esta realidad se puede evitar "haciendo lo correcto", es decir, "mejorando los recursos de que disponen los magníficos profesionales de este país en el Instituto Geográfico Nacional, Protección Civil, Puertos del Estado y el Instituto Español de Oceanografía para que tengamos el mejor sistema de detección y alerta posible, pues el actual no permite confirmar la llegada de una ola hasta que llegue a tierra". El director cree que, además, habría que dotar de más medios a Protección Civil en las costas, adiestrar a sus voluntarios y establecer un sistema de alerta eficaz que permita que la gente sepa, en el acto, que va a venir un tsunami.

"Esto ya se hace mediante sms en Chile y Japón, por ejemplo", recuerda, para incidir en que, sobre todo, "lo que hay que hacer es concienciar a la gente desde las escuelas de que esto es una realidad, de que el hecho de que no haya ocurrido en el pasado reciente es una casualidad". De esta forma, Arroyo reclama a los ciudadanos que exijan a los gobernantes locales que tomen medidas, y deja claro que una correcta gestión de estos eventos "no perjudica en absoluto al turismo". De hecho, en Lagos (Portugal) las playas están llenas de turistas con carteles de evacuación de tsunamis. Gracias a la labor de prevención, en 2011 murieron 23.000 personas en Japón, "que hubieran sido 300.000 sin preparación". "Ese es el regalo que nos ofrece la previsión y eso es lo que pretende La Gran Ola".

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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