El rapero Pablo Hasél, que se encuentra actualmente en prisión por delitos que según el juzgado no quedan amparados por la libertad de expresión, ha declarado ante una jueza en Sevilla por los tuits en los que decía que deseaba que se estrellara el avión del Real Betis. Ello, por el apoyo del club sevillano al futbolista Roman Zozulya, que tenía contrato con el Betis, debido a los documentos que sitúan su apoyo a grupo nazis en su país, Ucrania.
El conjunto bético pide dos años y medio de cárcel y 5.400 euros de multa por un delito de odio, además de 7.200 euros por injurias y coacciones. Hasél dijo "a la plantilla del Betis que defiende al nazi, si no fuera porque también morirían pilotos y azafatas, le desearía que su avión se estrellara". También: "basura de jugadores del Betis hablando de linchamiento contra el jugador nazi; linchamiento es lo que hacen los nazis", recoge EFE.
Posteriormente, el Betis anunció acciones legales, a lo que el rapero contestó que "en un estado verdaderamente democrático, la querella sería contra el Betis por defender a un nazi. Las víctimas de los nazis ucranianos no pueden querellarse porque ya están muertas; adelante, no me sacaréis nada, no tengo un euro".
En el juicio, ha señalado que "hay incontables pruebas de que Zozulya es un conocido nazi que estaba dando apoyo explícito a milicias ucranianas que bombardeaban y asesinaban a niños". "Sólo pretendía denunciar ese contexto de crímenes en Ucrania y a los cómplices de ese nazismo", añadía
Por su parte, la defensa de Hasél se preguntaba si por la acusación de un delito de odio, el Real Betis estaría así "equiparando unos tuits con la persecución a los homosexuales o a los armenios". "Una cosa es traspasar los límites de la libertad de expresión, que no es el caso, y otra asumir que eso automáticamente es delito".
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