Un hombre de 41 años permanece en estado crítico tras haber sido atropellado este jueves en las inmediaciones del RCDE Stadium, en Cornellà de Llobregat (Barcelona), poco antes del inicio del partido entre el Espanyol y el FC Barcelona. Los servicios sanitarios confirmaron la gravedad de su estado, según informó Europa Press, citando fuentes médicas y declaraciones difundidas por Catalunya Ràdio.
El incidente se produjo cuando una mujer que conducía un Peugeot 208 blanco perdió el control del vehículo y arrolló a varias personas que se encontraban en el lugar. La colisión se produjo en un contexto de alta concentración de aficionados, dado el evento deportivo programado para esa tarde.
La conductora, de 34 años, fue arrestada por los Mossos d’Esquadra tras el suceso. Las autoridades han iniciado una investigación para determinar con precisión las circunstancias que provocaron el atropello.
El caso continúa en manos de la policía autonómica, que ha abierto diligencias con el objetivo de esclarecer si el suceso se debió a un fallo técnico, humano o a cualquier otra causa. Por el momento, no se han facilitado más detalles sobre el estado del resto de personas afectadas.
La conductora, detenida
La conductora implicada en el atropello ocurrido en el exterior del RCDE Stadium fue detenida la noche del jueves por los Mossos d'Esquadra, según informaron fuentes de la policía catalana. El incidente tuvo lugar poco antes del inicio del derbi entre el Espanyol y el FC Barcelona, cuando una mujer perdió el control de un Peugeot 208 blanco y arrolló a varias personas concentradas en la zona.
Como consecuencia del atropello, trece personas resultaron heridas. Los servicios de emergencia se desplazaron rápidamente al lugar para atender a los heridos, mientras un amplio dispositivo policial se desplegaba en los alrededores del estadio. La policía autonómica ha abierto una investigación para esclarecer las causas del suceso.
Durante el encuentro, el partido se interrumpió brevemente alrededor del minuto nueve, a petición de parte del público, que solicitó al portero del Espanyol que detuviera el juego. A través de la megafonía, el club describió lo sucedido como un accidente. Tras conversar con representantes de los Mossos d’Esquadra, delegados y miembros de ambos equipos, el árbitro decidió reanudar el juego.




