José Luis López Fernández, conocido popularmente como El Turronero, ha regresado a la vida pública tras varios meses de ausencia motivada por razones de salud. Su alejamiento había generado numerosos rumores, pero el propio López lo ha aclarado.
En declaraciones a Radio Ubrique, el empresario aseguró que se encuentra "mucho mejor" y que está pudiendo dedicar más tiempo a su familia y amigos, tal como pretendía. "Se especuló mucho con mi enfermedad, era algo importante, pero afortunadamente estoy bien, y lo que he tenido ha sido la incidencia del estrés", precisó, agradeciendo "a todo el pueblo por el interés y tanto cariño" recibidos durante su ausencia.
López subrayó que, pese a esta etapa de moderación, la actividad de la Fundación López Mariscal continuará de manera "muy activa, y con ideas. Esto no se ha terminado, sólo se ha moderado, todo más medido" para mantener niveles de estrés adecuados, afirmó.
La Fundación López Mariscal celebra este año su décimo aniversario, y su presidente confirmó la continuidad de los programas de ayuda ya consolidados, así como el desarrollo de nuevos proyectos puntuales. Entre las iniciativas más próximas, destacó una sesión de fuegos artificiales el sábado 29 de noviembre para conmemorar esta década de labor solidaria.
De cara a la Navidad, López anunció la puesta en marcha del "autobús de la ilusión", que permitirá a alumnado de Primaria visitar su casa iluminada y disfrutar de una merienda. Además, durante la Semana Santa de 2026, procesionará por primera vez la Virgen del Rosario, ampliando así la oferta de actividades culturales y religiosas de la Fundación.
En su balance, José Luis López agradeció expresamente al equipo de la Fundación y al voluntariado por su esfuerzo, así como a "todo el pueblo de Ubrique" por el cariño recibido. "Dinero o propiedades lo puede tener cualquiera o no tenerlo, pero sentirse querido no es tan fácil, eso es lo que me hace feliz y lo más importante que para mí te puede dar la vida", señaló.
La importancia de Ubrique en su vida
A sus 62 años, López explicó que actualmente pasa la mayor parte de su tiempo en Madrid por sus negocios, pero destacó la importancia que tiene Ubrique para él y su familia. "Me siento muy orgulloso por cómo me tratan, y por ello Ubrique siempre será lo primero para mí y mi familia", subrayó.
El empresario reconoció que algunas personas pueden no estar de acuerdo con ciertos programas de la Fundación, pero enfatizó que su labor se realiza sin esperar nada a cambio. "Lo hacemos sin nada a cambio, ni porque quisiera ser alcalde, ni porque tuviera dinero B, es más simple: o se siente o no se siente", afirmó.
Finalmente, López reflexionó sobre el riesgo de equivocarse al asumir nuevos proyectos, destacando que "nos equivocaremos porque hacemos cosas todos los días, los que no hacen nada no se equivocan", defendiendo así la continuidad de la actividad solidaria de su Fundación.



