La Guardia Civil ha detenido en Málaga a dos hermanos acusados de haber comprado diferentes tipos de armas de fuego en varios países del centro y el este de Europa y traerlas a España para modificarlas en un taller clandestino y venderlas en el mercado negro.
Los agentes han incautado un importante arsenal de armas y munición, tales como pistolas de 9 milímetros recalibradas a 6 (que se venden en algunos países al no ser consideradas letales), subfusiles, revólveres y una escopeta semiautomática.
Las investigaciones comenzaron a principios de año, cuando la Policía Internacional alertó que una persona residente en España había adquirido varias pistolas de última generación en países de Europa del este.
Los especialistas en armas de la Guardia Civil comenzaron a investigar al individuo, llegando a un DNI manipulado mediante programas informáticos para realizar las compras. Sin embargo, consiguieron identificarlo igualmente, resultando ser un ciudadano malagueño que, con la ayuda de su hermano, había utilizado hasta 7 identidades falsas para obtener armas en países como Francia, República Checa o Eslovaquia.
El modus operandi era sencillo: compraban armas catalogadas como de guerra que pudieran ser fácilmente ocultables y las manipulaban en su taller para eliminar sus limitaciones y venderlas posteriormente en el mercado negro a los grupos criminales de la Costa del Sol.
Habían adquirido maquinaria específica para tratar y conservar las armas y la munición. Durante el registro se encontraron un taladro vertical de columna, varias amoladoras y otras herramientas y accesorios propios de los talleres para el arreglo de armas. Incluso contaban con una sala insonorizada de grandes dimensiones para practicar el tiro.
También hallaron cinco subfusiles, seis pistolas y otros seis revólveres, además de una escopeta táctica semiautomática, tres aparatos de descargas eléctricas con apariencia de teléfonos móviles, 895 cartuchos de diferentes calibres y barras de cañón en bruto para la fabricación artesanal de cañones.
Varias de estas armas estaban ya preparadas con munición para su uso, lo que obligó a montar un amplio operativo policial para desmantelarlas y realizar las detenciones pertinentes sin que existiera ningún riesgo. Los dos hermanos están ya en prisión provisional.
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