Teresa trabajaba como asistenta de ayuda a domicilio en la localidad gallega de O Porriño, donde fue asesinada este pasado martes. El marido de una usuaria, que le estaba esperando en la puerta de su casa, le arrebató la vida a hachazos.
La víctima, de 48 años de edad, había sido acosada sexualmente por su agresor y había presentado el día antes una denuncia, además de solicitar el cambio de servicio. Nadie actuó ni hizo nada. "No estaba sola, estaba abandonada por un sistema que no protege ni escucha", han denunciado desde CGT-Ayuda a domicilio.
"Este crimen no es un hecho aislado"
"Hoy lloramos con rabia el asesinato de una compañera auxiliar de ayuda a domicilio en O Porriño (Galicia), brutalmente atacada con un hacha por el marido de una usuaria mientras trabajaba. Este crimen no es un hecho aislado: es la consecuencia directa de la desprotección estructural que sufrimos quienes trabajamos en el servicio de ayuda a domicilio", han expuesto a través de un comunicado desde el referido sindicato.
Las trabajadoras exigen "proyección real ya" mediante la aplicación inmediata del Real Decreto 893/2024 con "evaluación de riesgos en todos los domicilios, protocolos frente a agresiones y violencia, botón de emergencia y acompañamiento en casos de riesgo y apoyo psicológico para todas las trabajadoras".
Piden responsabilidades a las administraciones públicas y a las empresas
"No somos invisibles, no somos prescindibles. Nos queremos vivas y protegidas", añaden las auxiliares de ayuda a domicilio, que exigen justicia para su compañera asesinada. "Pedimos responsabilidad de las administraciones públicas y empresas. La muerte de Teresa no puede quedar impune ni ser olvidada".
Concluyen el comunicado destacando que "el Real Decreto 893/2024, que reconoce por fin nuestra labor como esencial, no ha venido acompañado de medidas reales de seguridad, ni de protocolos eficaces de prevención frente a situaciones de riesgo".