Las temperaturas suaves que se han disfrutado este invierno junto al calor que ha llegado de forma prematura han sido el caldo de cultivo perfecto para que también se anticipen e incluso se agudicen las plagas de insectos propias de este tiempo.
Tanto es así que se da la circunstancia de que las medidas de control sobre las cucarachas se inició en el mes de abril en vez de hacerse al principio del verano, un anticipo que se prevé también para las acciones que se activan contra otras especies de insectos e incluso las ratas.
Los expertos califican esta situación de desestacionalización de las temporadas de plagas o proliferación de estos insectos dado el efecto de adelanto de los ciclo biológicos que provocan las elevadas temperaturas. No solo se experimenta una presencia más temprana de las plagas, también se elevan en cantidad.
Las cucarachas de alcantarillado, las orientales y las alemanas, más pequeñas y comunes en cocinas y restaurantes; el mosquito tigre, el común, las chinches, garrapata… son los insectos que más abundarán este verano y sobre los que se tienen una especial atención para su control.


