El Ayuntamiento de Madrid ha abierto una investigación para determinar si Rosalía contaba con los permisos necesarios para proyectar la portada de su nuevo disco, Lux, en las pantallas de la plaza de Callao y de la Gran Vía. El anuncio por sorpresa en redes sociales movilizó a cientos de personas y colapsó temporalmente la zona, aunque sin generar incidentes graves ni afectar al tráfico.
Según la vicealcaldesa, Inma Sanz, "se está analizando si la artista contaba con los permisos necesarios y, de no ser así, se actuaría en consonancia". El Consistorio revisa si el evento fue comunicado a alguna de sus áreas -Seguridad, Movilidad o Cultura- o al concejal del distrito Centro, Carlos Segura, y confirma que "no parece que hubiera autorización expresa".
Urbanismo y Movilidad examinan la normativa
Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, afirmó que "no consta ninguna solicitud de permiso" y detalló que revisan todas las oficinas de atención al ciudadano para verificar si se comunicó el evento. Carabante añadió que, aunque no se montó escenario ni se generó ruido, "debemos iniciar el expediente sancionador que conllevará, en su caso, la sanción correspondiente".
Según la normativa municipal, celebrar un acto en la vía pública sin permiso puede considerarse una infracción leve, grave o muy grave, con sanciones económicas que pueden alcanzar hasta 600.000 euros.
La sorpresa que colapsó Callao
La Policía Municipal calificó la concentración como "espontánea" y estimó que unas 500 personas se congregaron en la plaza. La cantante tuvo que dejar su vehículo en la Gran Vía y acceder a pie debido a la afluencia de público. Originalmente, el evento estaba previsto en los cines de Callao, pero la respuesta de sus seguidores lo trasladó a la plaza de forma improvisada. Rosalía se asomó desde una de las últimas plantas del hotel Vinci Capital, junto al icónico cartel de Schweppes, para saludar a sus fans.
@arnaufonts_ en el palco #rosalia #concierto #callo @La Rosalia ♬ original sound - Sofia Richie Grainge
Aunque el acto fue creativo y no generó problemas graves, el Ayuntamiento subraya que los permisos deben solicitarse previamente para evitar riesgos. La investigación sigue abierta y se valorará si corresponde alguna sanción, que podría recaer tanto sobre la artista como sobre la productora que gestionó la proyección.