La vuelta a la rutina de aquellos que han tenido la suerte de tomarse unas vacaciones coincidirá con un empeoramiento notable del tiempo en Andalucía, según todas las previsiones.
El asunto es de tal calibre que incluso se habla de tiempo inestable por la entrada de una borrasca de latitudes polares que bajará desde Groenlandia provocando intensas lluvias en gran parte del país. Las mínimas bajarán en torno a cinco grados en la mayor parte de Andalucía.
La calima, muy presente desde todo el verano en la península ibérica y buena parte del sur de Europa ha provocado que las lluvias, sobre todo en las provincias de Málaga y Granada, hayan estado mezcladas con el barro y elevado el negocio de los túneles de limpiado de las estaciones de servicio.
En Granada las mínimas pasarán de 22 grados centígrados este lunes a 15 a finales de semana, un cambio importante por lo que conviene ir preparando ropa de más abrigo.
Sin embargo, los expertos de meteorología coinciden en que hace falta un gran cambio de ciclo para solventar parcialmente el grave problema de la sequía que se afronta en la Comunidad Autónoma: las lluvias intensas no son buenas para el campo por lo que es necesario un cambio profundo que de momento no parece que se vaya a producir.