Igual que en su momento la carrera por llegar al Espacio acumuló todos los esfuerzos tecnológicos, en este siglo parece que la gran batalla está en la Inteligencia Artificial. Desde que saliera al mercado ChatGPT, nadie quiere quedar rezagado en una herramienta que ya ha demostrado que puede ser muy potente y agilizar muchísimos trámites.
En este sentido, España ha presentado su proyecto denominado ALIA. De momento, el Gobierno quiere implantarlo de forma inmediata en algunos asuntos de la administración. Pedro Sánchez ha señalado que el Ejecutivo va a continuar esta legislatura reforzando las capacidades en computación e infraestructuras digitales, avanzando hacia "un sistema de datos integrado que facilite su intercambio y uso entre diferentes actores e impulsando la investigación científica y el desarrollo tecnológico de IA".
España no debe temer a la Inteligencia Artificial. Debe liderar su desarrollo y adopción. Porque, si la usamos bien, la IA nos permitirá tener mejores empleos, mejores servicios públicos, y combatir el cambio climático.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) January 20, 2025
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Ya están en marcha los trabajos para aplicar ALIA en dos proyectos piloto: un chatbot interno que agilizará el trabajo de la Agencia Tributaria y su atención ciudadana; y una aplicación en la medicina de atención primaria que, a partir del análisis avanzado de datos, permitirá "un diagnóstico precoz y más preciso de las insuficiencias cardíacas".
El presidente del Gobierno ha apostado por impulsar la integración de la IA en los sistemas públicos y también en el tejido productivo. Así, ha anunciado que se van a movilizar 150 millones de euros para potenciar la integración y uso de la IA en las empresas españolas, en línea con el compromiso adquirido en la Estrategia de Inteligencia Artificial. De ellos, próximamente se destinarán 20 millones a 500 casos de uso en pequeñas y medianas empresas, cuyos resultados y experiencias serán accesibles a todo el tejido de pymes, y "servirán para hacer de ellas un ecosistema más innovador y competitivo".
En su intervención, Pedro Sánchez ha incidido en que la IA actual es una tecnología con muchas carencias y limitaciones, pero también sesgos ideológicos. Además, ha puesto en valor las emociones humanas como cuestiones insustituibles por las máquinas. No obstante, el presidente del Gobierno ha añadido que se trata de una de las tecnologías "más transformadoras y disruptivas de la historia", que "está cambiando todo y condicionará la competitividad económica, la cohesión social y la seguridad de las naciones", por lo que ha remarcado que es "esencial" que España se sitúe a la vanguardia de su desarrollo, "aunque, como toda Europa, vamos con un cierto retraso", y la adopción de una gobernanza adecuada de la IA.


