La fase 3 cambia algunas restricciones propias de la fase 2. La más importante la decide la Junta de Andalucía este sábado, la movilidad interprovincial dentro de la comunidad. Hacia fuera de ella, sigue estando vigente la restricción hasta que decaiga, en principio, el estado de alarma, algo que llegará el 21 de junio.
Sin embargo, existen otras claves a tener en cuenta en esta fase 3 en la que entra Andalucía en bloque, incluyendo las dos provincias que estaban atrasadas una semana respecto al resto, Granada y Málaga. Este repaso se realiza según los datos del Gobierno y que ha esquematizado el Ayuntamiento de Sevilla. Primero, se eliminan las franjas horarias para paseos y deporte no profesional, también para mayores de 70. Los grupos pueden ser de un máximo de 20 personas.
En segundo lugar, los velatorios y entierros pueden ser de 25 personas en espacios cerrados y 50 al aire libre. También se amplía el aforo en templos religiosos hasta el 75% de la capacidad prevista, aunque en lugares cerrados sigue siendo obligatoria mascarilla y se obliga a mantener una distancia de seguridad prudencial. Para las bodas, igualmente, se establece un aforo máximo del 75%.
En tercer lugar, a la hora de ir a comprar, podrá haber hasta un 50% del aforo mientras se garanticen siempre la distancia de seguridad de dos metros entre clientes, colocando dispensadores de gel en lugares de fácil acceso y usando siempre mascarilla al ser recinto cerrado. También mejoran las condiciones para centros comerciales, que podrán alcanzar un aforo del 40%. Asimismo, ya se permite la apertura al público de las zonas comunes y las zonas recreativas de los centros y parques comerciales, limitando su aforo a ese 40%. Y hay una regla más, si el aforo del centro comercial es del 40%, el de cada tienda particularmente sí puede ser del cincuenta.
Ese medio aforo también se deberá cumplir en el interior de establecimientos de hostelería (aunque es suceptible de ser ampliado por la comunidad autónoma) y se amplía hasta el 75% la terraza de veladores. Además, la novedad es que ya se permite el consumo en barra siempre que se garantice el mantenimiento de la distancia de seguridad entre clientes o, en su caso, grupos de clientes, de dos metros. Las zonas comunes de hoteles pueden reunir a un 50%.
Por otra parte, los guías turísticos podrán trabajar con grupos máximo de 20 personas, evitando aglomeraciones. No se permite el uso de audioguías, folletos u otros elementos de uso compartido. Esto es todo un acicate para fomentar la industria clave de Andalucía, la de visitantes. A ello se suma que las salas de exposiciones ya podrán tener un cincuenta por ciento de su aforo autorizado, siempre que los espacios disponibles permitan respetar la distancia de seguridad interpersonal de dos metros entre los visitantes.
Pasa lo mismo con espacios monumentales, con medio aforo siempre que las visitas no superen la mitad del público potencial. Asimismo, los responsables de los inmuebles permitirán únicamente las visitas individuales, de convivientes o de grupos de hasta veinte personas, evitando la realización de actividades paralelas o complementarias ajenas a la propia visita.
En definitiva, la última fase de la desescalada es un paso intermedio entre las restricciones más duras y la nueva normalidad, que llegará cuando no haya estado de alarma pero que igualmente obligará por ley uso de mascarillas, acondicionamiento de espacios y necesidad de guardar distancias. Es clave la responsabilidad individual, como lleva semanas insistiendo el Gobierno de la Nación, toda vez que Andalucía afronta un verano convulso pero en el que se juega mantener la actividad económica, salvando al menos el curso económico en materias como empleo, recuperación de inversiones y obtención de beneficios, al menos, moderados.
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