Lo que comenzó como un acto reflejo para evitar mojarse durante una tormenta terminó en tragedia. La mujer de 52 años que fue alcanzada por un rayo en La Marina de Valencia el pasado 12 de julio ha fallecido tras pasar varias semanas ingresada en el Hospital Clínico, según ha informado Levante-EMV y han confirmado a Europa Press fuentes sanitarias.
El impacto se produjo cuando la víctima se resguardó de la lluvia bajo un árbol, acompañada de su hija, de 22 años y con movilidad reducida. La tormenta sorprendió a ambas mientras caminaban por la zona costera, y decidieron buscar refugio justo donde impactó el rayo.
La descarga provocó que la mujer entrara en parada cardiaca. Su hija, por su parte, también resultó afectada por una fulguración, aunque recibió el alta médica tan solo un día después. El aviso del incidente fue recibido por el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) a las 12:30 horas, activando rápidamente un operativo de emergencia.
Los servicios médicos realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar en el lugar de los hechos, logrando estabilizar inicialmente a la mujer antes de ser trasladada en una unidad del SAMU al hospital. Pese a los esfuerzos del personal sanitario, no pudo superar las consecuencias del impacto eléctrico y falleció días después.
Las recomendaciones de expertos
Este tipo de sucesos, aunque poco frecuentes, no son imposibles. Según datos del CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos), las probabilidades de que una persona sea alcanzada por un rayo en un año determinado son de 1 entre 500.000. Sin embargo, el riesgo se incrementa notablemente en ciertas condiciones: el verano, especialmente en julio, y actividades al aire libre durante tormentas eléctricas.
Refugiarse bajo un árbol es una de las decisiones más peligrosas que se pueden tomar en medio de una tormenta. De hecho, se trata de la segunda causa más común de muertes por rayos, después de estar en campo abierto. Los rayos no solo afectan a quien recibe el impacto directo, sino que también pueden causar lesiones graves por descarga lateral, corrientes en el suelo o incluso por la onda expansiva.
Las autoridades recuerdan que ante tormentas eléctricas es crucial buscar refugios seguros, como viviendas cerradas o vehículos con techo duro, y evitar estructuras abiertas o aisladas, como árboles, glorietas o carpas.
Este dramático incidente pone el foco sobre la importancia de actuar con precaución ante fenómenos naturales que, aunque impredecibles, pueden tener consecuencias fatales.


