Cecilia Giménez, autora del repinte del Ecce Homo de Borja, ha fallecido este lunes a los 94 años en la residencia de mayores de la localidad zaragozana, donde llevaba varios años ingresada debido a su delicado estado de salud. La Fundación del Ecce Homo de Borja ha expresado públicamente su pesar. “Nunca nadie está preparado para esto. Os comunicamos que Cecilia es una estrella más en el cielo. Hablar de Cecilia, es hablar de una madre entregada, de lucha, de fuerza, pero sobre todo es hablar de generosidad, cualidades que le han servido para ganarse el cariño de todo el mundo”, ha publicado la entidad a través de su cuenta de Instagram.
Cecilia Giménez Zueco nació en Borja el 23 de enero de 1931. Desde pequeña fue una gran aficionada a la pintura y realizó numerosas obras a lo largo de su vida, especialmente paisajes. Sin embargo, su nombre quedaría ligado para siempre a un episodio que dio la vuelta al mundo en el verano de 2012. Tras ese repentino éxito, Cecilia sufrió una enfermedad que la obligó a irse a una residencia en la localidad. En ella convivía con su hijo, que tiene una importante discapacidad intelectual. Parte de lo que ocurrió con Cecilia, con su errónea interpretación de aquel fresco, tuvo que ver con ambas cosas: era el alma de aquella parroquia y una válvula de escape para las evidentes dificultades por la que pasaba.
Como se recordará, fue en agosto de 2012 cuando salió a la luz la famosa restauración del Ecce Homo de Borja, una pintura mural ubicada en uno de los muros del Santuario de la Misericordia. La obra, realizada a principios del siglo XX por el pintor Elías García Martínez, presentaba un evidente mal estado de conservación. Con la mejor de las intenciones, Cecilia decidió repintarla por su cuenta para evitar que se perdiera definitivamente.
El mural adquirió relevancia mundial tras aparecer en primicia el 7 de agosto en la web del Centro de Estudios Borjanos, aunque fue el 21 de agosto cuando la redactora del Heraldo de Aragón, Elena Pérez Beriain, destapó la noticia que acabaría convirtiéndose en un fenómeno global. A partir de ese momento, Cecilia Giménez se transformó en uno de los personajes más conocidos de 2012.
Lo que comenzó como una intervención espontánea en una pequeña iglesia anexa a una hospedería del siglo XVI fue calificado rápidamente como un auténtico desastre artístico. Giménez, que entonces tenía más de 80 años, asumió la tarea sin pedir permiso, convencida de que hacía lo correcto. La pintura no tenía un gran valor artístico ni formaba parte de un conjunto pictórico, pero sí poseía un fuerte valor sentimental para los vecinos de Borja.
Al darse cuenta de que el resultado se había desviado por completo de lo previsto, fue la propia Cecilia quien avisó al responsable del patrimonio cultural del municipio para confesar los daños causados. Aun así, el impacto mediático ya era imparable. Medios internacionales se hicieron eco del caso, que acabó convirtiéndose en un meme de internet, uno de los primeros antes de este estallido de memes casi diarios. Aquel impactó y aún se recuerda.



