Los profesores de Infantil y Primaria, ante el gran reto de enseñar desde casa: "Soy como una youtuber"

Pilar Arroyo, Teresa Chamizo y Daniel Fernández explican las vicisitudes de cada etapa educativa. "Me organizo como puedo, pero estoy satisfecha", dice una docente

Daniel, durante una sesión de clase en casa. FOTO: MANU GARCÍA
Daniel, durante una sesión de clase en casa. FOTO: MANU GARCÍA

El sistema educativo tiene muchos retos ante sí durante esta pandemia. Hay varios caminos. Uno de ellos es el dar una pata hacia adelante, a modo de aprobado general. Otro es tender hacia la mayor normalidad, como si nada ocurriera. La realidad es que la modalidad presencial ha pasado a ser una modalidad online a marchas forzadas, con muchos retos diarios para toda la comunidad educativa, desde el alumno hasta los padres, gestores del sistema y, en gran parte, los profesores. En los estudios superiores no obligatorios (Bachillerato, FP o Universidad), el estudiante tiene mayor iniciativa, pues su edad, madurez y métodos de aprendizaje pueden hacer más llevadera la transición respecto a las etapas obligatorias. Así, ¿cómo se ponen en marcha una enseñanza a distancia para alumnos de Infantil y Primaria? ¿Cómo se adaptan los docentes? Hablamos con tres de ellos y con dos sindicatos, que dan una visión personal, por un lado, y general, por otro, de un panorama que preocupa a muchas familias.

"Los niños tienen que ser felices, a los padre les digo que no se agobien"

María del Pilar Arroyo es tutora de una clase de Infantil, de niños de cuatro años, en el CEIP Arana Beato de Jerez. Como tantos otros ciudadanos, primero pensó que el estado de alarma duraría dos semanas. Ya está decidido que los estudiantes no volverán este curso. Y tiene el reto de continuar con la formación de los más pequeños. "Al principio estaba muy perdida", reconoce. "No soy muy diestra en lo digital, pero me he actualizado". Tenía un proyecto de arte programado que está llevando a cabo, un estudio de Velázquez a través del que los niños aprenden letras, dibujos, números. "Tenían que hacer un dibujo de ellos mismos junto a la infanta Margarita".

Un alumno de Pilar, con el trabajo de la infanta Margarita, en una foto cedida desde el centro.

La tarea ha ido bien y ahora continúan con Van Gogh. "Los padres y los niños se están implicando, me mandan los trabajos hechos casi toda la clase". Además de profesional, es madre de un niño de año y medio al que ya no tiene guardería en el que dejarle para trabajar. "Me organizo como puedo". Por eso, quizás, entiende a los padres que afrontar el confinamiento, trabajando o no, en estos días. "Me siento satisfecha. A los padres les digo que no se agobien ellos y que no los agobien. Esto no va a influir en su calificación, cada familia tiene su situación. Voy a ser muy flexible. En Infantil apenas se catea. Se respeta que cada niño va a su ritmo".

Eso sí, a la vuelta en septiembre "deberíamos ponernos de acuerdo y repetir contenidos, o bajarlos un poquito. Además, un niño no está obligado por ley a saber leer y escribir al pasar a Primaria, sino una aproximación a lectoescritura, y no pasa nada. Ahora los niños tienen que ser felices, y esta es una situación muy excepcional". Las plataformas de enseñanza se están complementando siempre con mensajes directos con padres y madres delegados, que dan cuenta al resto de padres y tutores de los menores, para resolver todas las dudas. "Yo mando ejemplos, hago vídeos...".

"Nos hemos hecho youtubers, mi vida es ahora trabajar, limpiar y hacer la comida"

Teresa Chamizo es también profesora del Arana Beato, en tercero de Primaria, y también se siente satisfecha de la labor realizada, que marca nuevos objetivos. "Hay que atender la diversidad del alumnado. Muchos tienen tablets, pero depende del barrio, hay zonas donde no hay. Además, en competencias digitales, ya en esta edad te dan mil vueltas con los juegos que tienen". Para este reto, ha apostado por muchos contenidos "motivacionales". Así, "ha sido un proceso para hacernos youtubers, con vídeos virtuales, y trabajamos más que nunca. Ahora mi vida es hacer la comida, limpiar y trabajar, no tengo tiempo a más. En mi salón ya no recojo la cámara, el ordenador... Está todo lleno de cables, pero al final haces contenidos hasta por la noche, contestas mensajes... Nos requieren".

Para Chamizo, en ningún caso es un curso perdido. "En estos cursos das un año las plantas, por ejemplo, pero al siguiente también, con más contenido. Para estas etapas, que no se dé un trimestre no es tan perjudicial. La clave es atender a la diversidad de necesidades de cada alumno que los contenidos del libro", aunque éste también es fundamental. Y tras unos primeros días en que muchos profesores mandaron muchas tareas, se ha pasado a algo intermedio. "De las cinco tareas que mandas, pides que te manden dos. La tarea semanal la mandamos el domingo por la tarde o el lunes por la mañana, así los padres se organizan".

Están realizando encuestas para conocer las sensaciones de los padres ante tantas nuevas plataformas, recursos... Y una de las mejoras a esa situación anormal e pasar a depender algo más del cuaderno, el libro en sí para actividades, y menos de plataformas. "Los padres teletrabajan, y un niño en esa situación requeriría su propio ordenador delante". Las encuestas revelan que esas situaciones familiares se deben tener en cuenta, aún más para niños con dificultades. "A los padres les doy mil gracias. Y a los niños. Les doy mucho feedback, los intento motivar, muchos están trabajando más que en el cole, y esta situación, este momento histórico, les hará ser diferentes, es un aprendizaje por dentro".

El despacho de Teresa en su salón.

"Los que iban bien, van bien. En muchos casos, los que iban mal, están trabajando más"

Daniel Fernández es profesor de quinto de Primaria en el CEIP La Marquesa de Jerez. Trabaja con chicos más mayores. Contesta correos a las ocho de la mañana y a las 11 de la noche. "La Semana Santa no existió, el jueves por la tarde estaba trabajando". Su día a día es "corregir, mandar tareas, buscar recursos, estamos avanzando". Los alumnos que ya iban bien "van encarrilados, trabajan solos. El problema era cuando ya en clase mantener la atención de algunos alumnos era difícil, con refuerzos, apoyos, o alumnos con necesidades educativas especiales. Un papá o una mamá pueden ayudarte con una tarea, pero con la dicción, o para una dificultad concreta, no".

En su curso el 90% de los alumnos han respondido. "No va a ser un curso perdido", insiste. Faltan dos meses y medio solo. Los otros dos trimestres se dieron con normalidad. Incluso, en cierto aspecto, puede ayudar a lograr competencias como el uso de la tecnología. "Estamos avanzando en la teoría. Cada vez avanzamos más rápido. Realizamos tareas concretas de varias asignaturas juntas, como Sociales y Plástica. Se graban vídeos, se relacionan con sus compañeros por videollamadas, se prepara para que investiguen". Alguno puede estar más perdido, pero no la mayoría.

Asume que no habrá repetidores. "Es casi imposible, no tienes forma de valorar, tiene que ser que desaparezca el alumno para que suspenda. Hay alumnos que mandan las tareas más tarde, otros a tiempo, pero si la mandan, está bien". Hay casos de alumnos que han pasado de no elaborar bien sus tareas a tenerlas perfectas, lo cual significa, seguramente, que están haciéndola los padres. Pero, en cualquier caso, "el que iba bien, va bien ahora, y el que iba mal, en muchos casos, está haciendo más. Estamos mejor de lo esperado".

Sí es muy crítico con algunas decisiones. "Las plataformas están colapsadas. Hicieron cursos para Moodle (plataforma de enseñanza virtual) en los que se quedó fuera más de la mitad del profesorado. Al final, usamos nuestro ingenio".

Los sindicatos, preocupados por la brecha digital

La diferencia entre barrios preocupa, pues los recursos económicos marcan cómo es esta transición a la enseñanza a distancia. Desde CC. OO. subrayan que "los profesores y alumnos se han puesto las pilas", explica el repsonsable provincial, Sebastián Alcón. "A la hora de evaluar habrá que adaptarse. Estamos contra el aprobado general, pero sí a favor de que se tengan en cuenta todas las situaciones de cada uno, que no no tengan internet en casa".

A las administraciones reclama "que a la escuela pública se le dé lo que merece a partir de ahora. Lo público está rescatando a nuestro país. Hay que pedir que se deje trabajar a los profesores, que se olviden de tanta burocracia dando autonomía a los centros".

La brecha digital también preocupa a Ustea. El representante en Educación, Francisco Lozano, indica que "hay alumnos que no dan señales de vida. Hay centros que plantean repartos de equipos. facilitar tarjetas de datos... Eso en Jerez no se ha planteado, entendemos que el Ayuntamiento no tendrá posibilidades ahora mismo. Quizás debería ser la consejería".

Y hace hincapié en los alumnos con necesidades educativas. "Lo tienen más difícil, porque la capacidad ahora es casi nula. Como pasa con los alumnos sin herramientas, se quedan ahora colgados". Y reclama a Educación que solucione los problemas que van surgiendo. Las sustituciones han pasado en el mismo periodo en Andalucía de ser 200 a 90. "La consejería pidió a los equipos directivos que justificaran la sustitución, y ahora ponen esas trabas. Hay alumnado que se queda sin atender".

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

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