Retenciones, personas cargadas de bolsas y bullicio. Es la estampa que se repite cada año a finales de noviembre, momento en el que arranca la temporada de compras navideñas. Este viernes 28 de noviembre, el Black Friday se ha notado. Al bombardeo de anuncios en televisión se suman enormes carteles que promocionan grandes descuentos. En Jerez, el ajetreo y las aglomeraciones se han concentrado en el epicentro de las compras por excelencia, el centro comercial Área Sur.
Nadie ha querido dejar pasar la oportunidad de comprar los regalos de Navidad y Reyes Magos a un precio más asequible. Por eso, es toda una aventura tanto llegar al destino como desplazarse por las tiendas de la gran superficie. Primero, el atasco de vehículos, con esperas desesperantes para el acceso a la bolsa de aparcamientos. Y después, una odisea para encontrar un hueco libre. Eso para quien no ha elegido el transporte público.

Una vez salteado los primeros obstáculos, llegaron los siguientes. Caminar sin chocarse, esquivando personas que buscaban desesperadamente y a un ritmo frenético la mejor ganga. Y la temida cola para pagar el artículo encontrado. Ha tocado repetir ese proceso tantas veces como suerte se haya tenido en la intrépida búsqueda. Llamadas al padre para consultar la talla de pie del hermano, o un alto en el camino para tomar un café y seguir sin morir en el intento.
Toda una experiencia, placentera para unos y aterradora para otros, que ha finalizado con unos minutos más de espera para salir del recinto. Una jornada agotadora que no es única. Esta tradición, ya también española, se extiende, mínimo, todo el fin de semana. Así que, para quienes trabajan en esta campaña, aún quedan unas horas intensas. En días como este, la paciencia y el respeto son los mejores aliados.




