El jurado declara culpable a El Perniles por asesinar a un joven sanluqueño en Medina

El acusado había bebido y consumido cocaína cuando asestó una puñalada mortal a la víctima en las inmediaciones de una discoteca

'El Perniles', 41 años de cárcel por asesinar a un joven de Sanlúcar ante una discoteca de Medina.
'El Perniles', 41 años de cárcel por asesinar a un joven de Sanlúcar ante una discoteca de Medina.

El jurado ha declarado por unanimidad que El Perniles es culpable del asesinato de Joaquín Garrido, un joven de 25 años, al que le asestó una puñalada en el pecho con un machete de grandes dimensiones en las inmediaciones de una discoteca de Medina la madrugada del 6 de enero de 2018. Asimismo, el tribunal popular ha declarado que el acusado es culpable de dos intentos de homicidio, en tanto que ha estimado acreditado que esa noche atacó con el mismo arma a dos amigos de la víctima con el propósito de matarlos.

La fiscal ha pedido para el procesado 41 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y dos delitos de intento de homicidio con abuso de superioridad. Asimismo, ha solicitado una indemnización de 106.000 euros a favor de la familia de la víctima y 7.000 euros a favor de los dos jóvenes damnificados. La acusación particular, ejercida por la familia del chico fallecido y los dos amigos perjudicados, ha planteado 55 años de prisión por un delito de asesinato y dos delitos de intento de asesinato.

Los dos amigos del joven fallecido también resultaron heridos. Uno de ellos recibió una cuchillada que le rompió los tendones del brazo y otro pudo esquivar milagrosamente la abatida al caerse al suelo. José Antonio ‘El Perniles’, que cumplía pena de cárcel por delitos violentos sin armas, se encontraba de permiso penitenciario.una cuchillada de un lado a otro del pecho a Joaquín.

El agresor apuñaló a la víctima mortal con una hoja de 45 centímetros y con una fuerza tal que le rompió el esternón. Los otros dos amigos también fueron agredidos, pero lograron sobrevivir y ahora pueden contar lo ocurrido delante del tribunal.  En la segunda sesión de la vista oral, los guardias civiles que intervinieron en la detención de procesado manifestaron que estaba "muy tranquilo" y que no presentaba síntomas de estar bajo los efectos de la cocaína y el alcohol, tal y como él mismo afirmó.

La acusación particular, que representa a la familia del fenecido, solicita una condena más elevada, 55 años de cárcel, ya que cree que existe reincidencia y que tuvo el propósito de matar. La defensa plantea las penas mínimas que sumarían 20 años. La Fiscalía solicita además una indemnización total de 106.000 euros para la familia del fallecido y para las dos víctimas, 1.000 y 6.000 respectivamente por lesiones y secuelas.

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