La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha lanzado su campaña de inspección de publicidad comercial para 2024, con el objetivo de garantizar la protección de los consumidores en el ámbito publicitario. La iniciativa busca mejorar la calidad de la información y la veracidad de las ofertas en productos y servicios, mediante la aplicación de las normativas vigentes en el sector.
La campaña, que comenzó en julio y se extenderá hasta finales de año, pone especial atención en prácticas comerciales que puedan resultar engañosas. Los inspectores centrarán sus esfuerzos en asegurar que los establecimientos cuenten con existencias de los productos anunciados, que se ofrezca información clara sobre los precios finales y que el tamaño de la letra en las etiquetas sea adecuado. Además, se revisará la correcta publicidad de garantías y la promoción de créditos al consumo.
Entre los focos de la campaña se incluyen tanto empresas locales como aquellas de ámbito nacional o regional, independientemente del medio utilizado para su publicidad. Esto abarca desde folletos, prensa, radio y televisión, hasta cartelería en establecimientos, internet y redes sociales. En este último ámbito, se vigilará especialmente a los influencers, asegurando que cuando promuevan productos o servicios, especifiquen de manera clara que se trata de contenido publicitario.
El precedente de la campaña de inspección realizada en 2023 arrojó interesantes resultados. Se llevaron a cabo 207 inspecciones en un total de 188 establecimientos, agrupadas en 199 expedientes. De estos, 20 casos fueron considerados positivos, representando un 10,1% del total. Las principales infracciones detectadas incluyeron la falta de existencias de productos ofertados y errores en la información de los precios.
Uno de los principales objetivos de esta campaña es combatir la publicidad 'gancho', aquella que presenta ofertas llamativas pero que no se corresponde con la realidad. En este sentido, la Dirección General de Consumo recomienda a los consumidores estar atentos a expresiones como "publicidad válida salvo fin de existencias" o "unidades limitadas", que podrían ocultar prácticas desleales.
Los consumidores que se sientan afectados por estas prácticas comerciales engañosas o desleales tienen varias vías para actuar. En primer lugar, pueden solicitar y presentar una hoja de quejas y reclamaciones en el propio establecimiento o ante el profesional que ofrezca el producto o servicio.
En caso de que la reclamación no sea resuelta de manera satisfactoria, el consumidor tiene la opción de remitirla a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de su localidad o al Servicio Provincial de Consumo de la Delegación Territorial de Salud y Consumo de su provincia.
Asimismo, si los consumidores detectan lo que consideran una infracción administrativa en materia de consumo, pueden presentar una denuncia ante la Administración utilizando un formulario específico. Esto permite a las autoridades competentes investigar y, en su caso, sancionar a las empresas que incumplan la normativa vigente.


