El profesor, investigador y todoterreno Agustín García Lázaro ha dado la voz de alarma en su blog, EntornoaJerez.com, después de quedar impactado el pasado fin de semana en una de sus vueltas por los parajes de la provincia de Cádiz. El hito megalítico, con unos 5.000 años de antigüedad, conocido como el menhir de La Lancha ha perdido su estado original de piedra arenisca y ha sido encalado.
La Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía ha confirmado a El País, tras la denuncia de García Lázaro, que buscan al autor del atentado y reconocen que el monumento está protegido, aunque sin inventariar.
"El menhir de La Lancha ya se mencionaba en antiguos documentos de deslinde, en un lugar ya definido y localizado por distintas crónicas desde finales del siglo XV, porque su singular presencia en este paisaje, desde milenios atrás, no podía pasar desapercibida", recuerda el profesor aragonés, aunque afincado en Jerez desde hace décadas —fue Defensor de la Ciudadanía en Jerez—, citando expresamente a Francisco Giles Pacheco en su libro Arquitectura y Cuaternario.
Menhir de La Lancha: en un cruce de caminos, 5.000 años de información
Como publica en su blog García Lázaro, "el viajero que transita por la carretera provincial CAP-5234, una deliciosa vía secundaria que une la de Arcos a El Bosque con la de Villamartín a Prado del Rey, atraviesa el paraje de La Sevillana, una vez que se han dejado atrás la tierras del Regantío y las colas del del pantano de Bornos. El paisaje se abre entonces a los horizontes de los llanos de Villamartín y la Sierra de Grazalema. Junto a la carretera queda el antiguo Descansadero de las Palomas donde se cruzan la Cañada de las Carboneras y la Cañada Real de Ronda. En este lugar, a la izquierda de la carretera (en dirección a Villamartín), llama la atención del viajero un gran bloque de piedra que marca el camino de acceso al cortijo del Convento, y que destaca con rotundidad entre los cultivos de cereal".
"Se trata del menhir de La Lancha El Pilón, un hito megalítico hincado verticalmente sobre el terreno que, con una altura máxima de 1,77 metros, se inserta en un túmulo de en torno a 1,80 metros de diámetro que no ha sido excavado y que podría deparar valiosos testimonios".
"Hace unos días —cuenta el investigador— volví a recorrer esta carretera y cuando llegué al paraje de La Sevillana, me quedé perplejo al ver como el menhir de La Lancha estaba pintado de blanco. Tal vez, los propietarios del cercano cortijo , cuyo camino arranca precisamente es este lugar, junto a este llamativo hito megalítico, lo habían hecho para que fuese más fácil su reconocimiento en horario nocturno. El caso es que, con este despropósito, con esta inaceptable falta de respeto ante un auténtico “monumento megalítico” han blanqueado la historia, o si se prefiere, la han encalado".
García Lázaro zanja: "No se entiende esta falta de respeto, este menosprecio, ese desdén ante nuestra historia. Solo cabe esperar que por parte de “quien corresponda” se haga algo para que, la próxima iniciativa no sea poner un anuncio de carretera en nuestro maltratado menhir".
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