Juan Peña, un 'Lebrijano' que celebra su 'libertad' tras 50 días de UCI: "Cuidaos, no es un simple virus"

El abogado, hijo del cantaor del mismo nombre, fue recibido el miércoles entre aplausos y una canción memorable, y ahora se recupera de la gran batalla ganada: "Quiero pasear con mi familia por el parque, no pido más"

El abogado Juan Peña, ya en casa este viernes. FOTO: Cedida
El abogado Juan Peña, ya en casa este viernes. FOTO: Cedida

Juan Peña volvía el pasado miércoles a casa. Le esperaban vecinos y una canción de su padre, Juan Peña El Lebrijano, aquella llamada Dame la libertad. Pero Juan, hijo, es además un abogado muy querido en su localidad, Lebrija, por ser abogado de toda la vida, muy activo y que incluso ostentó el mayor honor oficiosamente de cada pueblo, ser rey mago. Eso da cuenta de quién es Juan. Y Juan es, como decían en una entrevista en Lebrija TV, un ejemplo de victoria frente al Covid, una enfermedad con la que ha lidiado más de dos meses, casi todo el tiempo en UCI del hospital de Valme.

Juan no sabe decir cómo contrajo la enfermedad. Es una persona sana. Alérgica, eso sí, con un leve asma con el que convive bien a sus 54 años. "Soy abogado, hablo con mucha gente, tengo mucho contacto con las personas. Esa pregunta de cómo lo contraje me la he hecho muchas veces. Pero toda sospecha es aleatoria".

En paralelo al agravamiento de la situación de España, contrajo el coronavirus entre dos y 14 días antes del 15 de marzo, un día después de declararse el estado de alarma, cuando notó los primeros síntomas. Llamó a los teléfonos habilitados para este tipo de dudas. Tuvo pitidos en el pulmón y un amigo de la familia, médico, se presentó en la casa ya el jueves después de haberle pedido que tomara paracetamol. La esposa de Juan, Juana Macías, conocida como Chiqui, cuenta que "nuestro amigo se vistió como hemos visto en la tele, con mascarilla, bata, guantes... Estaba de lado en la cama y le notó los pitidos en el pecho". Por entonces no hacían pruebas de coronavirus en Lebrija. Acabó trasladado en coche a Valme, porque la ambulancia tardaría de dos a tres horas.

https://youtu.be/cn-knrMCHBM

Al llegar allí, Chiqui de casualidad vio a dos celadoras lebrijanas. "Ya sabemos que venís. Vete y aparca tú, vamos para adentro", le dijeron. Lo llevaron en silla de ruedas. Tardaría muchos días en volver a verle. Las pruebas de coronavirus dieron positivo y aunque primero estuvo en planta, por precaución lo pasaron a la UCI. El martes, diez días después de los primeros síntomas, ya fue intubado, porque el estado iba empeorando. "50 días llamándonos los médicos, cada día, porque en la UCI no se podía visitar. Un día a las 13:30. Otro a las dos de la tarde. Otros, a las cuatro. "Me hablaban de la evolución".

Esa evolución no fue siempre esperanzadora. 50 días hasta que lo pudo volver a ver cuando las pruebas dieron negativos pero seguía convaleciente. 50 dias entre la consciencia y la inconsciencia. "Si lo dejaban semisedado, se ponía nervioso, y en esta enfermedad los pulmones tienen que descansar mucho". Y hubo días "muy críticos". No solo porque "ha sido un covid muy complicado y lento", sino también porque en las UCI hay bacterias. Incluso un hongo cándida, que le provocó un neumotórax. "Eran pasitos adelante, pasos atrás. Fueron días muy graves".

Al empezar la entrevista, por teléfono, se le dice a Juan que es una alegría entrevistarle porque son muchos días con malas noticias e historias trágicas. Lo reconoce, es un superviviente, y se alegra de estar de vuelta. Ahora anda con tacataca. Los primeros días, cuando salió de la UCI, le temblaban las manos. Ha perdido mucha masa muscular. Chiqui le pone nombre. "Como decían los antiguos, la cama te atrapa".

Por ahora, se mantiene fuera del mundo. No ve las noticias. Habla con cierto cansancio resonante. Quiere seguir recuperándose, que le esperan papeles en su despacho de abogados y hay que estar en forma pronto. En el vídeo de homenaje de sus amigos estaba emocionado. La esposa explica que ella no organizó nada, sino que fue espontáneo. "Él es muy amigo de sus amigos. El teléfono me estallaba cuando íbamos a volver, porque nos retrasábamos. Es una persona muy querida. En un coche en los altavoces cantaba su padre Dame la libertad". "Sentí una emoción muy grande, no daba crédito, no lo esperaba", remacha él.

Lo primero que hará cuando se encuentre con fuerzas no es ninguna cosa fuera de lo común. Sí que quiere celebrar la vida. Pero será con "un paseo, con mi mujer, andando con mi niño, por el parque, lo normal. Es mi forma de vivir, charlar con ella, querernos". Ellos han podido pasar el Covid, pero en todo caso como asintomáticos. Ella está a la espera de hacerse pruebas, pero si no se contagió entonces, no lo hará ahora a través de Juan, pues ya no tiene el virus en el cuerpo, sino sólo secuelas que rehabilitará con descanso y paciencia.

Y Juan Peña, para disfrutar la libertad de la salud, tiene un mensaje para la gente. "Que tengan precaución. Es un virus que mata, no tiene nada que ver con una gripe como algunos dicen y se lleva a mucha gente. No es broma, no es un simple virus, es complicado y muy peligroso. Y que se cuiden. He podido salir, pero hay otros que no. Que tengan mucha fuerza, que se apoyen en su familia, y que crean en los profesionales para tener esperanzas. Conmigo se han portado de una forma excepcional, se han volcado".

 

 

Sobre el autor:

13041406_10209539677272942_2430658523840188634_o

Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

...saber más sobre el autor

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído