"En caliente no piensas nada, en frío piensas lo que te hubiera pasado, porque me he jugado la vida", expresa el jerezano José María González, marinero de la Armada española que participó en 2016 en las labores de rescate llevadas a cabo por la fragata Navarra. Lo cuenta en una entrevista en Folk Sixty. "Pero lo volvería a hacer una y otra vez", expresa sin dudar. González, con sus propias manos, rescató en un solo día a 23 niños y dos adultos en el Mediterráneo.
"Me cambió la vida", sostiene el jerezano. "Cuando nos embarcamos no sabemos qué nos vamos a encontrar. Hay embarcaciones vacías, gente ahogada, vivas, niños, mujeres… Ves la vida de otra manera", señala. José María, padre de dos hijos, partió hacia esta misión cuando su mujer estaba embarazada. "Nada más ver la embarcación empecé a llorar", cuenta.
"Muchas personas van sin chalecos salvavidas, cada vez que nos acercamos a ellos era para ver si tenían o no, ese día el barco parecía de juguete...", rememora el marinero jerezano. "Vimos a niños, me pusieron el arnés de seguridad y me tiré al agua", apunta. "El barco estaba dando bandazos de noche, había olas de dos o tres estros encima mía, y yo con los niños debajo. Fueron unos minutos de agobio, pero salí con los niños", reseña.
La misión duró unos meses, durante los que solo pensaba en "rescatar a todas las personas posibles para que no se ahogaran". "Me siento orgulloso, no de mí, sino de toda la dotación de la fragata Navarra. Aunque esté yo solo debajo del agua, estoy pensando que mis compañeros están arriba y me van a apoyar al 100%", dice José María, para el que "es un orgullo pertenecer a la Armada".
La fragata Navarra, que contaba con 207 efectivos de la Armada, rescató a 2.675 personas que viajaban a la deriva durante 2016. El buque participó en 19 rescates, neutralizó 37 embarcaciones y efectuó 27 misiones de reconocimiento aéreo, según explicó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
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