La nueva comisaría de Policía Nacional tendrá listo su nuevo edificio antes de que finalice el año, concretamente, se estima que las obras concluyan en los meses de octubre y noviembre. Este nuevo enclave dispone de una superficie de 1.532 metros cuadrados y está ubicado en lo que fue el centro penitenciario La Asunción.
Los nuevos plazos para la finalización de las obras se confirmaron este pasado lunes desde la Policía Nacional con el añadido de que podrían alargarse si ocurriera algún tipo de anomalía en este tramo final de la edificación. Por el momento, todo está funcionando adecuadamente para que el edificio pueda ser inaugurado en otoño y el Ministerio del Interior de el visto bueno para el traslado definitivo desde el Arroyo a La Asunción.
Actualmente se ha finalizado casi por completo la construcción de la fachada y toda la cara exterior del edificio, las tareas se centrarán a continuación en el interior del mismo.
Recordar que la primera piedra de esta nueva comisaría se colocó en octubre de 2016 el periodo estimado de contrucción para este nuevo edificio era de 24 meses, calculando así que las obras se habrán extendido en el tiempo un año más de lo previsto en un primer momento si finalmente se concluye en el mes de octubre de este año 2019.
La estructura del forjado de este nueva edificio que albergará al Cuerpo Nacional de Policía fue derribada durante el mes de septiembre del año 2017. El motivo, un fallo en la ejecución del hormigón que se detectó durante las inspecciones periódicas. En otras palabras, la muestra recogida señalaba que el material utilizado para la construcción de este edificio no soportaría el peso del mismo.
Éste y otros inconvenientes que han ido surgiendo durante el desarrollo de las obras han propiciado que los plazos de conclusión de las mismas se hayan retrasado un año, como mínimo, siempre y cuando no se vuelvan a retrasar durante estos tres meses restantes por algún que otro motivo.
Destacar como una de las premisas que se tuvieron en cuenta a la hora de diseñar el edificio fue que el mantenimiento del mismo fuese el menor posible, utilizando materiales de larga duración. Justamente lo contrario que sucede en la actual sede policial de la plaza del Arroyo.
Comentarios