La Guardia Civil investiga a un conductor que circuló ebrio por la carretera AP-4, entre Sevilla y Cádiz. Tras la recepción de un aviso telefónico en el Centro de Gestión de Tráfico del Suroeste de la Dirección General de Tráfico en el que se advertía de un vehículo con conducción errática durante la mañana del sábado 27 de julio, los efectivos procedieron a localizar el coche a través de las diferentes cámaras en circuito cerrado de televisión que se ubican en la vía.

El vehículo, que circulaba por la citada autopista en dirección a Cádiz, llevó a cabo una conducción "errática" en un tramo de más de 40 kilómetros, sufriendo además un accidente a la altura del kilómetro 38, en el que se vio implicado un segundo coche. Cuando se produjeron los hechos, la densidad de la circulación en la vía era elevada, con casi 2.500 vehículos cada hora en sentido Cádiz.

En esa jornada, agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil pertenecientes al Sector de Tráfico de Andalucía y al Subsector de Tráfico de Sevilla realizaron un gran esfuerzo operativo para localizar el vehículo y evitar mayores riesgos para la seguridad vial. Así, gracias al dispositivo resultó posible la interceptación del vehículo y la posterior identificación del conductor.

Este fue sometido a las pruebas de alcoholemia, que arrojaron unas tasas de 0,66 mg/l y 0,62 mg/l, superando con mucho el límite máximo de 0,25 mg/l.

La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realiza controles de alcohol y drogas a diario en las carreteras españolas, dado que conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas y otras sustancias es una de las principales causas de siniestros de tráfico.

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