Un pederasta muy peligroso que había agredido al menos a seis niños de entre tres y diez años, cuando era monitor de un club de fútbol, ha podido ser detenido en Barcelona gracias a las técnicas de reconocimiento de imagen y de inteligencia policial llevadas a cabo por los investigadores.
Todas las víctimas eran conocidas por el detenido gracias a la amistad que tenía con los padres de las mismas. La policía de Queensland (Australia) fue quien detectó en primer lugar los vídeos que subía a la Dark Web y dio la alerta al cuerpo español a través de la Interpol.
Fue ahí cuando los agentes españoles se pusieron tras la pista de este pedófilo con la puesta en marcha de la operación Lucero. Los agentes de la Unidad de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional identificaron en uno de los vídeos un cochecito de juguete, réplica de los de policía españoles.
Aunque el individuo nunca aparecía en las grabaciones y extremaba todas las precauciones, en una de las grabaciones a menores los agentes pudieron escuchar el fragmento de la banda sonora de una película doblada en español.
Unas imágenes donde se veía el exterior a través de una ventana fue otra de las pistas importantes. Google Maps sitúo el edificio y los agentes hicieron el resto. En el registro de su vivienda, incautaron cuatro discos duros, tres tarjetas de memoria, un teléfono móvil, una cámara de acción y bastante "pornografía infantil poco conocida".
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