Las autoridades cubanas han detenido en La Habana a Martiño Ramos Soto, tan solo unas horas después de que la Policía Nacional difundiera la lista de los diez fugitivos españoles más buscados. El profesor, condenado por la Audiencia de Ourense a 13 años y medio de prisión por abusar y violar a una alumna menor de edad, fue localizado tras meses de seguimiento policial, según confirmaron fuentes de la investigación.
Una fuga planificada a través de varios países
El jefe de la Sección de Fugitivos explicó que los agentes siguieron el rastro de Ramos Soto desde octubre, cuando “saltó a los medios” que estaba perseguido por la agresión sexual a la menor. Apuntó que, según sus pesquisas, el fugitivo contó en Cuba “con la ayuda de desconocidos”, y añadió que la policía logró rastrear su ruta. “Conseguimos rastrear que se había ido hasta allí y nos sorprendió por cómo lo había hecho, estaba planificado y utilizó medios técnicos”, indicó. La Policía confirmó que huyó en julio a Cuba tras pasar por Portugal, Brasil y Perú.
Los investigadores señalaron que localizaron su paradero gracias a la colaboración del país caribeño. A través de autoridades cubanas lograron confirmar su paradero y solicitaron al juez competente la orden internacional de detención. Recordaron además que España no mantiene tratado de extradición con Cuba, aunque existe coordinación para facilitar su entrega. Por ahora, la Policía española ha solicitado medidas cautelares mientras se comprueba si funcionan todos los mecanismos de cooperación internacional.
Fuentes conocedoras del caso apuntaron que la Policía cubana sabía desde hace meses que Ramos Soto se encontraba en la isla y que, pese a tener constancia de su condena, se limitó a mantenerlo bajo observación. Subrayaron que, aun sin tratado de extradición, ambos países han mostrado disposición a estudiar su traslado. Paralelamente, la Sección de Fugitivos había insistido ese mismo lunes en pedir colaboración ciudadana, al considerar prioritaria su localización dentro de los diez nombres reclamados por la justicia española. Diversas fuentes habían señalado recientemente su presencia en La Habana, donde habría cambiado su aspecto y mantenía una vida social activa.
Ramos Soto, natural de Ourense y de 50 años, fue sentenciado por abusos sexuales cometidos mediante prácticas sádicas cuando la víctima tenía entre 12 y 16 años. La Sección de Fugitivos recordó que era profesor en un colegio de Ourense, donde dio clases a la menor desde Infantil hasta Primaria. Según la sentencia, el agresor llegó a hacerse pasar por un niño por mensajes para ganarse su confianza y, posteriormente, manipularla para perpetrar los abusos.
Tras su condena en julio, Ramos Soto no atendió el auto de ingreso en prisión, lo que derivó en la emisión de una orden de detención nacional. Para entonces, los agentes ya manejaban indicios de que había abandonado el país. La reconstrucción policial de su huida sostiene que viajó a Portugal, tomó un vuelo desde Lisboa hacia Brasil, se desplazó después a Perú y, finalmente, llegó a Cuba, donde la Policía española considera que pudo recibir apoyo.