Un falso repartidor de comida a domicilio agrede sexualmente a cuatro mujeres y graba uno de los ataques

Los hechos ocurrieron entre noviembre de 2020 y enero de 2021. El agresor, que ha sido condenado a 11 años y 3 meses de cárcel, aprovechó las restricciones sanitarias para engañar a sus víctimas

Un repartidor de comida a domicilio, en una imagen de archivo.
Un repartidor de comida a domicilio, en una imagen de archivo.

Un hombre ha sido condenado a 11 años y 3 meses de prisión por violar y agredir sexualmente a cuatro mujeres y por grabar uno de estos ataques. Los hechos ocurrieron entre noviembre de 2020 y enero de 2021 y la sección novena de la Audiencia de Barcelona, encargada de enjuiciar el caso ha emitido un contundente veredicto contra estos terribles actos.

Del mismo modo, por los tres delitos de agresión sexual, uno de violación y otro contra la intimidad -por grabar una de las agresiones con su teléfono móvil- que se le imputan se le ha condenado a indemnizar con 70.000 euros a las víctimas, se le prohibe aproximarse o comunicarse con sus víctimas durante 33 años y quedará en régimen de libertad vigilada durante diez años una vez cumplida la pena.

La primera agresión se produjo el 29 de novmiembre de 2020, cuando accedió al interior de un edifico aprovechando que una mujer abría la puerta. Tras abordarla y realizarle tocamientos en los pechos y en los genitales acabó huyendo porque ésta consiguió zafarse y comenzó a pedir ayuda.

Entre el 18 y el 21 de enero de 2021 cometió los siguientes delitos, de nuevo asaltando a mujeres en el portal de sus casas, entre ellas una menor de 16 años, realizándoles tocamientos, tratando de bajarles los pantalones y la ropa interior e incluso llegando a introducir un dedo en el ano y en la vagina de una de ellas a la vez que lo grababa con su móvil.

La sentencia sostiene que el acusado eligió de "manera premeditada y deliberada a mujeres que se encontrasen en soledad", buscando así "momentos en los que podía acercarse a ellas dentro de sus portales", aprovechando las restricciones a la circulación por la pandemia y la menor presencia de personas en la calle.

Además de esto, según señala el tribunal, el detenido utilizó un traje de repartidor de comida a domicilio para "ganarse la confianza de las mujeres que le franquearon la puerta sin levantar ninguna sospecha", una situación que "obedecía a un plan preconcebido, le permitía acorralar a cada una de las mujeres en el ascensor o en las escaleras de los portales de los edificios, según la ubicación más propicia para las finalidades lúbricas que perseguía".

El presunto agresor sexual ya había sido expulsado hacía nueve años de Chile por intento de homicidio y amenazas a funcionarios

Sobre el autor:

Pablo Mata

P. M.

Periodista.

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