De la extremaunción a recibir el alta hospitalaria: ¿qué ha pasado con Antonio Tejero?

Tras ser dado por muerto en la mañana del jueves, el despacho de abogados que representa a la familia ha anunciado que se encuentra recuperándose en su casa

Antonio Tejero, pistola en mano, en el histórico 23F.
24 de octubre de 2025 a las 23:39h

Durante la mañana del jueves, la familia de Antonio Tejero, el teniente coronel de la Guardia Civil que lideró el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, se vio obligada a desmentir públicamente los rumores sobre su fallecimiento. La confusión se extendió con rapidez, alimentada por el hecho de que el veterano militar, de 93 años, había recibido la extremaunción, un gesto que muchos interpretaron como preludio de su muerte inminente.

La familia confirmó que Tejero atravesaba un delicado estado de salud, pero insistió en que permanecía con vida. A última hora de la noche, su entorno aseguraba que el antiguo guardia civil estaba “consciente y sereno”, una frase que frenó las especulaciones y trajo algo de calma tras horas de incertidumbre.

Comunicado y alta hospitalaria

Este viernes, la situación dio un giro inesperado. El despacho A. Cañizares Abogados, representante legal de la familia, informó a través de un comunicado que Antonio Tejero había recibido el alta hospitalaria. “Tras el desmentido inicial, nos complace informar de que Antonio Tejero Molina se encuentra en situación de estabilidad clínica y ha recibido el alta hospitalaria, continuando su recuperación en el entorno familiar”, señaló la nota emitida por los representantes.

El comunicado zanjó así una jornada de rumores que habían situado a Tejero entre la vida y la muerte. Lo que parecía el preludio de un final anunciado terminó convirtiéndose en una recuperación suficiente para permitirle volver a casa, donde continuará bajo supervisión médica.

A sus 93 años, Tejero sigue siendo una figura controvertida y símbolo de uno de los episodios más oscuros de la democracia española. Su nombre permanece ligado al asalto al Congreso de los Diputados del 23 de febrero de 1981, cuando irrumpió armado junto a unos 200 agentes durante la votación de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo, manteniendo retenidos durante horas a diputados y miembros del Gobierno.

El suceso, recordado como el 23F, marcó un antes y un después en la historia reciente del país. Más de cuatro décadas después, Antonio Tejero vuelve a ocupar titulares, esta vez no por la política ni la historia, sino por un episodio médico que ha devuelto su nombre a la actualidad con una mezcla de sorpresa, confusión y cierto eco del pasado.

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Rubén Guerrero

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