La Policía Nacional ha liberado a 23 víctimas de trata de personas que eran sometidas a condiciones laborales abusivas en salones de manicura distribuidos en Alicante, Baleares, Barcelona, Sevilla y Vizcaya. La mayoría de las víctimas, de nacionalidad vietnamita, eran captadas en su país de origen y trasladadas a España a través de un entramado que operaba desde Hungría.
El operativo policial, que ha concluido con la detención de 14 personas, ha permitido desmantelar una organización criminal especializada, presuntamente, en la trata de seres humanos y su explotación laboral. Entre los arrestados se encuentran las cuatro cabecillas del grupo, una de las cuales ha ingresado ya en prisión provisional.
Las víctimas eran forzadas a trabajar en jornadas que superaban las diez horas diarias, de lunes a domingo, sin recibir remuneración alguna hasta saldar una deuda impuesta por la red, que ascendía hasta los 20.000 euros. La presión constante y el agotamiento llevaron al límite a muchas de ellas, hasta el punto de que una intentó quitarse la vida, según ha revelado la Policía Nacional en un comunicado.
Los detenidos han sido localizados en Sevilla (5), Palma de Mallorca (4), Benidorm (4) y Bilbao (1). La investigación se inició en abril de 2024, tras detectar en varios locales de manicura en Palma de Mallorca a trabajadores que podrían estar siendo explotados.
Las pesquisas policiales se centraron inicialmente en la propietaria de los salones de Palma, que resultó estar vinculada con otras responsables en las provincias de Alicante, Barcelona, Sevilla y Vizcaya. Esta conexión permitió a los investigadores confirmar la existencia de una red criminal organizada y orientada específicamente a la explotación laboral en el sector estético.
La mayoría de las víctimas eran trasladadas en avión desde Vietnam hasta Hungría, donde obtenían documentación fraudulenta de residencia y trabajo. A continuación, la organización las conducía a España por vía terrestre y las instalaba en viviendas controladas para mantener su vigilancia constante.
Además, los criminales intentaban regularizar su situación administrativa inscribiéndolas en centros de idiomas, lo que les permitía solicitar permisos de estancia por estudios. Sin embargo, las víctimas nunca llegaban a asistir a clase, ya que su única función era saldar la deuda a través del trabajo forzoso.
Deudas impagables y condiciones infrahumanas
El coste del traslado y la gestión de la documentación generaban una deuda que alcanzaba los 20.000 euros, que las víctimas debían pagar trabajando sin descanso. Lo hacían en salones de manicura gestionados por la red, en condiciones que los investigadores califican de extrema precariedad.
El control y la presión eran tales que una de las mujeres explotadas intentó suicidarse, un hecho que puso en evidencia el nivel de sufrimiento al que eran sometidas. Esta situación fue clave para acelerar la actuación policial.
La operación culminó con un dispositivo en el que participaron más de 150 agentes. Se realizaron siete registros en Palma de Mallorca, Sevilla y Alicante, y tres de los locales fueron clausurados por orden judicial.
En total, se ha arrestado a 13 personas de nacionalidades vietnamita (9), española (3) y estadounidense (1). Entre los arrestados figuran las cuatro responsables de la organización, incluyendo a la que ha ingresado en prisión de manera provisional.
Las autoridades han liberado a 19 víctimas vietnamitas y cuatro filipinas, y han incautado 79.000 euros en efectivo, cinco coches de alta gama, joyas valoradas en 8.500 euros y abundante documentación. También se han bloqueado 291.000 euros en cuentas bancarias vinculadas a los investigados.


