Elegida por los usuarios del buscador Jetcost como una de las 14 playas más originales y secretas de Europa, la Playa de Calahonda, en la provincia de Málaga, lidera el grupo de candidatas españolas. Situada a los pies del icónico Balcón de Europa, en Nerja, esta cala de apenas 120 metros de longitud es un referente turístico gracias a su ubicación privilegiada, su arena oscura, el oleaje moderado y una estética que combina casas encaladas con puertas azules incrustadas en las rocas.
Lo que diferencia a Calahonda es su belleza natural y accesibilidad, junto con la posibilidad de practicar snorkel o buceo en un entorno rico en fauna marina, donde abundan peces de colores, pulpos y estrellas de mar. Las cuevas submarinas y las formaciones rocosas convierten cada inmersión en una experiencia distinta. El entorno está además bien equipado con restaurantes y un original paseo marítimo de piedra que acompaña a quienes buscan disfrutar del Mediterráneo sin salir del casco urbano.
Además, la playa de Calahonda es célebre por ser uno de los escenarios donde se rodó la mítica serie de Verano Azul.
Cuatro playas españolas más entre las favoritas
Junto a Calahonda, otras cuatro playas de España han sido seleccionadas por su carácter singular y su valor natural. Una de ellas es la Playa de las Catedrales, en Lugo, Galicia, declarada Monumento Natural, famosa por sus formaciones rocosas arqueadas y cuevas que se revelan durante la marea baja. Desde lo alto de los acantilados, la vista también impresiona, pero es al pie de sus arcos donde la naturaleza se muestra en su forma más escultórica.
También destaca Cala Macarella, en Menorca, un enclave virgen rodeado de acantilados calizos y bosques de pinos, considerada una de las más bellas de las Islas Baleares. Sus aguas turquesas y su ubicación en un área natural protegida la convierten en un refugio paradisíaco que ha logrado mantenerse lejos de la masificación turística pese a su popularidad.
La Cala del Moraig, en Alicante, sobresale por su paisaje rocoso, su agua transparente y por albergar la Cova dels Arcs, una cueva acuática que emerge de un río subterráneo. Es un destino habitual entre submarinistas y aventureros, además de un lugar donde se practica el nudismo en algunas de sus zonas más apartadas.
Por último, en el sur de Lanzarote, la Playa de Papagayo ofrece una experiencia completamente distinta: una cala de arena blanca, aguas esmeralda y entorno volcánico, situada dentro del Parque Natural de los Ajaches. “Ideal para iniciarse en el snorkel y disfrutar de la riqueza de sus fondos”, aseguran los usuarios. Su forma de concha y la tranquilidad de sus aguas convierten este rincón en una piscina natural casi perfecta.
Otras nueve playas del resto de Europa completan el listado
Además de las cinco españolas, completan el listado otras nueve playas repartidas por Italia, Grecia, Portugal, Malta, Turquía y Croacia. En la costa de Cerdeña brilla Cala Mariolu, con sus guijarros blancos y rosas; en Creta, Elafonisi deslumbra con su arena rosada y aguas poco profundas; mientras que en el Algarve destacan Praia da Marinha y Praia dos Três Irmãos, ambas escondidas entre acantilados y cuevas marinas.
Desde la Costa Amalfitana italiana hasta la exótica Zlatni Rat croata, pasando por la apartada Fomm ir-Rih en Malta o la turca Ölüdeniz, todas comparten un denominador común: ser playas de difícil acceso, escasa masificación y belleza natural indiscutible. Un homenaje al Mediterráneo y al Atlántico más recóndito, donde aún es posible encontrar parajes vírgenes que invitan al silencio, al descubrimiento y a la contemplación.


