La iniciativa del Club Deportivo Esfubasa de La Rinconada en Sevilla está conquistando los corazones de todo el mundo. Los pequeños valientes y sus técnicos han decidido raparse la cabeza para enviarla al área de Oncología Pediátrica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Los integrantes de la plantilla del Esfubasa, sus técnicos y dirigentes, en las distintas categorías en las que compiten, han desarrollado la campaña #Yomerapo, una idea que surgió en una de las visitas de la entidad al hospital y que ha consistido, como su propio nombre indica, en rasurarse el pelo para visibilizar a los niños con cáncer y normalizar los tratamientos que padecen algunos menores, entre cuyos efectos se encuentra, la caída del cabello.
Con el himno “somos necesarios, porque somos diferentes”, este equipo de jugadores ha demostrado lo que es la valentía. La entidad que preside Antonio Vargas realiza todos los años una batería de acciones que intenta devolver a la sociedad y a la comunidad el apoyo que ésta le presta al club de fútbol.
“Este tipo de iniciativas, que ponen de manifiesto la vertiente más social del deporte y su fuerza para unir a la gente con la excusa del balón, se cuentan por decenas en el club de los “Leones”.
Con esta acción pretenden “conseguir que se olviden por un momento del lugar en el que se encuentran, de su enfermedad, y puedan divertirse y soñar a lo grande, dejando volar su imaginación como cualquier otro niño o niña”. Desde el Ayuntamiento de La Rinconada explican que esto no sólo es una terapia fundamental en el día a día de los pequeños hospitalizados, sino que también sirve de ayuda a sus familiares, que agradecen cualquier alegría que se presenta en forma de paréntesis durante la enfermedad.
Así, en uno de los últimos eventos de la temporada 2022-2023, el Polideportivo Francisco Sánchez, ‘Castañita’, acogió esta iniciativa, como ‘José Mari Peluqueros’ como colaborador imprescindible y como maestro de ceremonias, por cuyas manos (y maquinilla) y por las de su ayudante, fueron pasando futbolistas, técnicos y directivos de la entidad roja.
Una vez rapados, junto a su León mascota, disfrutaron de lo que más les gusta: el fútbol, además de hacerse diferentes fotos de familia con las que se va a elaborar un mural que se va a poner en la planta de Oncología Infantil del Virgen del Rocío, algo que en el club consideran “un honor”.


