El precio del aceite de oliva ha registrado una caída del 43,7 % en el último año, mientras que la categoría general de aceites y grasas descendió un 35,1 %. Este desplome se produce en un momento crítico para la producción, ya que la campaña actual está a punto de concluir y se anticipa una menor oferta para la temporada 2025/2026.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron un 2,3 % anual, cuatro décimas menos que en el mes anterior. La evolución se explica principalmente por la bajada de los precios de la fruta, que fue más pronunciada que la registrada en agosto de 2024.
Dentro de las diferentes categorías de alimentos, además de los aceites y grasas, también se registraron descensos significativos en el azúcar, con un 19,3 % menos. Por el contrario, los productos que experimentaron mayores subidas fueron los huevos, con un incremento del 17,8 %, y el café, cacao e infusiones, con un alza del 16,7 %.
Las peticiones del sector del aceite de oliva
El presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta, ha señalado ante la Comisión y el Parlamento Europeo la importancia estratégica del aceite de oliva y la necesidad de adoptar medidas urgentes para garantizar la estabilidad y sostenibilidad del sector. Entre sus propuestas, destacó la implementación de mecanismos europeos que ajusten la oferta a la demanda, con el objetivo de evitar incrementos de precios que puedan frenar el consumo, al tiempo que aseguren la rentabilidad de los productores. En este marco, consideró insuficiente la actual aplicación del artículo 167 bis de la Organización Común de Mercados (OCM) y solicitó su activación cuando sea necesario a nivel comunitario.
Además, Sánchez de Puerta reclamó políticas de gestión de recursos hídricos que contemplen tanto la modernización y optimización del regadío como el acceso al agua para los olivares tradicionales de secano, cuya rentabilidad se ve amenazada frente al regadío, lo que podría derivar en abandono de explotaciones y despoblación rural. También defendió la necesidad de reforzar la imagen y promoción internacional del aceite de oliva, como medida complementaria para consolidar la posición del sector en los mercados exteriores.


