La subida de la luz ha afectado a numerosos negocios y algunos no han encontrado otra salida que cerrar. Es el caso de Pepe, el dueño de un bar ubicado en el centro del municipio gaditano Algar, que ha tomado la decisión de clausurar el establecimiento porque no puede hacer frente a la factura de la luz.
Tras 30 años en la hostelería, el dueño no puede pagar 7.000 euros de recibos acumulados. Sin embargo, los vecinos se han empeñado en echarle una mano para que el local vuelva a abrir en la calle Real. Un grupo de personas ha organizado rifas para recaudar dinero. Así, cuando los voluntarios fueron a comprar una paletilla de jamón, el dueño de la carnicería decidió regalársela al conocer la causa solidaria.
Según detalla Diario de Cádiz, este establecimiento tampoco puede acarrear los gastos y ha decidido cerrar en los próximos días por el mismo motivo. Tras una primera rifa, la persona ganadora de la paletilla, en lugar de quedársela, la ha devuelto para que pueda volver a rifarse y, así, reunir una mayor cantidad de dinero para el propietario del bar.
La persona agraciada en la segunda rifa, también ha presentado el mismo gesto. El pueblo está poniendo de su parte para que el hostelero pueda continuar su actividad.


