Miles de jóvenes continúan celebrando la Nochevieja en el municipio granadino de La Peza. Han leído bien: son las 21.25 horas de este 2 de enero, pero siguen de fiesta. Desde el día 30, una ingente cantidad de personas permanece reunida en un evento ilegal que la Policía prefiere no desalojar para evitar posible incidentes, según se ha comunicado a mediodía de este lunes, cuando ya la noticia había dado la vuelta a España.
Los agentes han acordonado la zona para evitar la entrada de más personas y, según ha podido saber lavozdelsur.es, hace unas horas ha aterrizado un helicóptero de la Guardia Civil que ha precipitado el abandono del lugar por parte de un buen número de personas que se encontraban en él.
Una de ellas cuenta a este periódico que "no queremos problemas, lo hemos pasado muy bien, pero ya toca marcharse". En este encuentro han participado jóvenes de toda España e incluso del extranjero. "Al final es como un mini Erasmus, hemos conocido a gente de todos lados, de Mallorca, de Barcelona, incluso del extranjero", asegura.
Esta chica es una "veterana" curtida en estas lides, pues ya participó en la rave ilegal que tuvo lugar en el municipio de Sorba, en Almería, en enero de 2022. "Más o menos la idea ha nacido de la misma gente y lo han organizado de forma parecida a través del boca a boca", explica la chica.
Hasta 40 colectivos ligados al mundo de la música de distintos países como Francia, Inglaterra e Italia han participado en la organización de este evento y han decidido reunirse con sus furgonetas y caravanas para celebrar juntos el final y el inicio del año. "Hay como 300 colectivos de este estilo en toda Europa, se unen y ganan dinero vendiendo cerveza, ropa y poco más. Así compran sus equipos y montan las fiestas", indica.
"Se ha organizado como otros eventos parecidos"
Quienes han estado dentro de la rave no entienden la polémica que se ha formado. "Se ha organizado como otros eventos parecidos, la única diferencia es que se ha hecho en mitad del campo y no había que pagar entrada", agregan.
Para dormir "cada uno encontraba su sitio". "Nosotros veníamos preparados con tiendas de campaña como otras personas pero también hay quienes se quedaron a dormir en sus caravanas, en camiones o donde pudieron", explican.
En el paraje donde se organiza el evento no faltan altavoces, equipos de reproducción e incluso escenarios para disfrutar durante horas de la música electrónica. Paralelamente, se han instalado negocios improvisados como tiendas de ropa, venta de piedras espirituales, tómbolas o zonas de masajes.
También se han organizado para comer. "La gente comparte todo lo que tiene, no hay problemas de suministro", comenta la joven, quien añade que "la policía paraba los coches pero no a una o dos personas que fueran solas. Yo he podido salir dos veces para ir al pueblo". Mediante el uso de campingaz proceden a cocinar lo que tengan y de esta forma no se quedan sin suministros.
También destaca que "hay quienes están cansados y piensan irse en breve pero todavía hay personas que tenían fuerza para continuar de marcha unos días". A este respecto, las autoridades locales están esperando a mañana martes como el día clave para desmantelar esta fiesta, sin embargo, desde dentro deslizan que "si por algunos fuera seguirían al menos hasta el día de reyes".
Esta rave ilegal ha obligado a cortar el tráfico en los alrededores de la zona donde se está celebrando y mantiene en jaque a las autoridades. El alcalde de La Peza, Fernando Álvarez, no esconde su asombro ante lo que está sucediendo, ya que esta población de apenas 1.000 habitantes se ha visto absolutamente colapsada en sus accesos por hasta 5.000 personas que llevan de fiesta 4 días consecutivos.
El regidor señala que "la situación está más calmada que en días anteriores" pero comparte el sentimiento de cansancio de los vecinos, que se están enfrentando a una situación realmente complicada.
Un problema de salud pública
Esta reunión ilegal no es peligrosa únicamente por el lugar en el que se está celebrando, un espacio natural sin ninguna licencia para llevar a cabo este tipo de eventos, ni por la enorme afluencia de público, sino también por los problemas sanitarios que pueden acontecer.
La suciedad acumulada, la falta de agua para lavarse y el contacto estrecho con animales que tampoco cumplen con los estándares de higiene pueden provocar la aparición de ronchas e infecciones e incluso el padecimiento de enfermedades graves como la sarna, que ya ha sido contraída en ocasiones anteriores por personas que han acudido a este tipo de fiestas.
Otro gran problema es el consumo descontrolado de alcohol y drogas duras. Sin ir más lejos, esta misma tarde ha tenido que ser evacuado un joven que sufrió un potente shock por consumir grandes cantidades de ketamina.
Por si fuera poco, el pequeño tamaño de La Peza hace imposible desarrollar un plan de contingencia adecuado para una situación de tal envergadura y tendrían que pedir ayuda a las poblaciones cercanas para poder atender en condiciones a quienes permanecen en la fiesta.
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