A través de un manifiesto, la Plataforma Vecinal Cerro-Amate ha convocado una concentración el próximo martes 23 de julio a las 20:00 horas en protesta por la subida de los salarios políticos en el consistorio sevillano. Ante la subida del 40% de los sueldos de Juan Espadas, el alcalde de Sevilla, y el resto de la corporación, la asociación dice estar alarmada por la situación de la ciudad, en la que se encuentran "siete de los quince barrios más pobres de España".
Con el apoyo del colectivo Aire Libvre, la Asociación de Amigos del Parque Amate, la Asociación Jappo Ak Deggo, Barrios Hartos, La Carpa o Asamblea de Andalucía, el colectivo se reunirá en la rotonda del Primero de Mayo.
Manifiesto de la Plataforma Vecinal Cerro-Amate
“No al abandono de nuestros barrios”
Juan Espadas, Alcalde Socialista de Sevilla, eleva los salarios de los ediles municipales entre un 33% y un 40%, es decir, él pasa de cobrar 63.500 a 84.600 euros. No solo es una vergüenza frente a las estrecheces de los vecinos de una ciudad donde 7 de sus barrios se encuentran entre los más precarios de Europa, con riesgo de caer en la marginalidad y exclusión social. Ciudad donde todas las medidas políticas sirven de coartada para reproducir un modelo económico injusto e insolidario donde el turismo suple la insuficiente inversión al sector agro-industrial y tecnológico. Economía en beneficio de las multinacionales, la banca y los especuladores inmobiliarios. Mientras, las “queli” reciben limosnas salariales, reproduciendo unas relaciones laborales semiesclavista, mermando, día a día su salud, sin promoción y conciliando mal su vida familiar.
Espadas sabe de lo impopular de tal medida, pero veamos su trasfondo y prioridad: Tras su egoísmo personal se oculta el enfrentamiento faccioso de susanistas y sanchistas que divide al PSOE. Espadas es Susanista, del sector más derechista , donde mandan los barones Gonzáles, Bono, Guerra, etc. Enriquecidos con la corrupción política y las puertas giratorias del Ibex 35, monárquicos y constitucionalistas del 155. La subida de sueldos compra voluntades y trata de amortiguar la división faccional.
Nuestros barrios han tocado fondo. El entorno se degrada y la convivencia se resiente. Nuestros jóvenes, en el mejor de los casos, se ven obligados a aceptar un empleo precario o marchar a otros países donde poder ejercer su cualificación profesional. Las mujeres son mano de obra barata para cubrir los servicios sociales que el estado no presta. Cuidan enfermos, ancianos, niños y obtienen por “recompensa” abusos, agresiones y violencia sexual que les recuerda su explotación y sometimiento al patriarcado machista y neoliberal.
Convivimos con vecinos de otras naciones, culturas y etnias. Padecen nuestros mismos problemas, aumentados por el racismo y la xenofobia que ha olvidado pronto que muchos andaluces compartimos sangre árabe, que la expansión mercantil del imperio español nos llevó a colonizar e invadir Hispanoamérica. Más recientemente, tras el golpe militar franquista contra la II República, fuimos acogidos tras el exilio por infinidad de pueblos hermanos, salvando, tal acogida muchas vidas. Hoy, la ley Mordaza, el incumplimiento de los derechos de acogida a refugiados, el cierre de fronteras, la continua sospecha policial y otras aptitudes insolidarias y agresivas, buscan enfrentarnos con nuestros vecinos africanos, conocidos por “manteros”. Personas dignas de todo respeto y solidaridad, como otros colectivos latinos, resisten y sueñan con una vida mejor y soportan rechazo e incomprensiones racistas que la ultraderecha abandera, culpabilizándolos como enemigos de la civilización occidental y del disfrute de nuestro nivel de vida. Mucho tenemos que aprender de su humildad, capacidad de sacrificio, ansias de superación y amistad. Subsaharianos, latinos, árabes y asiáticos no vienen a robarnos los trabajos, a practicar terrorismo, ni a violar a nuestras mujeres. ¡Basta de mentiras y manipulaciones!.
Vamos a movilizarnos hoy, en verano, con calor, y el resto del año, también. No tenemos complejo a ser señalados como minorías, utópicos, antisistemas, anticapitalistas. Tomamos el relevo de lo mejor del ser humano, de los más fraternales. Tiremos a la basura leyes injustas, tradiciones crueles e imbéciles y fanatismos violentos.
Desde la unidad, en las movilizaciones en nuestro distrito y junto a otros barrios, marchemos adelante. Tomemos las calles, denunciando la falsedad de los que nos piden el voto para robarnos. No nos representan. No les preocupan las personas dependientes, la pobreza ni el futuro de los jóvenes. Menos aún, el equipamiento social y cultural de los barrios, los parques, sus viviendas, escuelas, centros de salud, guarderías, mercados, ni instalaciones deportivas. El clientelismo, los bonos sociales, los comedores de caridad y la proliferación de casinos, casas de prostitución, chatarreros, chabolistas y sin techos muestran claramente su verdadera naturaleza.
Emprendemos una dura lucha que libraremos junto a otros grupos y colectivos de base que se empoderen y organicen para construir una sociedad más igualitaria, feminista y ecológica. Convertiremos las protestas en propuestas y las movilizaciones en logros sociales.
Sevilla, 23 julio 2019
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