En una investigación coordinada por Europol, agentes de la Policía Nacional han detenido en Benalmádena (Málaga) a un integrante de la 'Ndrangueta. Se trata de la mayor operación conjunta, entre Europa y América Latina, contra la mafia italiana. Un total de 132 miembros han sido detenidos.
En la denominada operación Eureka se ha podido determinar la composición de la estructura criminal en la que se integraría el detenido en nuestro país, con sede operativa en San Luca (Italia) y ramificaciones en Bélgica, Países Bajos, Alemania, Francia, Portugal, Australia, Colombia y España.
El arrestado en tierras malagueñas era uno de los capos de la organización y, presuntamente, efectuaba grandes envíos de droga hacia Italia. Está acusado de delitos de tráfico de estupefacientes, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. El detenido en Benalmádena mantenía contactos con organizaciones locales ubicadas en Galicia y con uno de los líderes de la ‘Ndrangheta en Italia.
Los investigadores pudieron comprobar que en febrero de 2021, el líder le solicitaba al detenido el soporte operativo para lograr llevar a buen término una importación ilícita de 500 kilogramos de cocaína desde Panamá. Esta organización criminal estaba especializada en tráfico de drogas a escala internacional, con vínculos corruptos en los puertos de Italia, Bélgica y Países Bajos, que permitían recuperar cargas de cocaína llegadas por mar desde América Sur, en particular desde Panamá, Brasil, Ecuador y Colombia, donde mantenían estrechas relaciones con formaciones paramilitares como el Clan del Golfo.
Desde el inicio de las investigaciones en 2020 hasta enero del 2022 se les vincula con el tráfico de más de 4.000 kilogramos de cocaína. En el transcurso de las investigaciones se descubrió que un hombre residente en España y de nacionalidad italiana mantenía estrechos contactos con la cabeza de la organización. Se pudo confirmar cómo el detenido informaba al líder de sus capacidades para realizar operaciones vía marítima de grandes cantidades de droga, que podían rondar las 2,5 toneladas de cocaína zarpando desde la zona de Santos (Brasil), hasta las costas de Marruecos o incluso cruzando el Estrecho de Gibraltar e introducirse en el Mar Mediterráneo, a cambio de comisiones del valor de las sustancias estupefacciones importadas.
Durante los días previos a la detención se confirmó como uno de los investigados se había desplazado hasta España y habría alquilado un vehículo, siendo detectado en la localidad de Benalmádena. Finalmente, se procedió al asalto de su domicilio y a su arresto. En el registro de la vivienda se intervienen 4.325 euros, 1.000 francos suizos y 12 teléfonos móviles. El detenido ya había sido arrestado en Barcelona en el año 2003, donde se hacía pasar por un empresario bajo una identidad falsa.
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