La Junta de Castilla y León ha informado este viernes de una increíble noticia, que deja la jornada marcada por la oleada de incendios que afecta a la región. Una aeronave de ala fija, dedicada a labores de extinción de incendios, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en la base de Rosinos (Zamora) tras detectar un aviso en su panel de control.
Gracias a esa señal, el piloto pudo programar la maniobra con tiempo y solicitar apoyo inmediato. En la zona se desplegó una Unidad Medicalizada y se reforzaron los medios de extinción y coordinación para garantizar la seguridad. Finalmente, la operación se completó sin incidentes y, lo más importante, el piloto resultó ileso.
Desde la Junta se ha subrayado que la rapidez en la coordinación permitió evitar lo que podría haberse convertido en una tragedia en plena campaña contra el fuego. La aeronave se encontraba trabajando en la lucha contra los múltiples focos que han golpeado a la comunidad en los últimos días.
Mejora de incendios
A esta buena noticia se suma otra que aporta cierto respiro: varios de los incendios más preocupantes han logrado estabilizarse. En concreto, el incendio de Yeres (León), el de Paradiña (León) y el de Candelario (Salamanca) han bajado ya a nivel IGR 0, lo que significa que han desaparecido las causas que motivaron su declaración como de mayor gravedad (IGR 1).
En cambio, la situación sigue siendo compleja en el incendio de Fasgar (León). Se trata de un fuego de cumbres, entre rocas, con abundante humo debido a la combustión lenta. Su extinción requerirá tiempo y un trabajo intenso de las cuadrillas a pie, apoyadas por medios aéreos.
La combinación de avances en la extinción y el exitoso aterrizaje de emergencia supone un rayo de esperanza en medio de días especialmente duros para Castilla y León, que continúa en pie de lucha frente a las llamas.