Barbate, de fiesta: la Lotería riega con 45 millones un municipio con un 40% de paro

Dos peñas carnavalescas y la Administración número 2 de la localidad barbateña venden 900 décimos del tercer premio de la Lotería de Navidad e inundan de alegría un municipio con mucho desempleo

Los gritos se escuchan desde antes de cruzar la esquina de la calle Baessipo. Allí, en los alrededores de la Administración de Loterías número 2 de Barbate, la alegría es una emoción que está muy presente. No es para menos. La Lotería de Navidad ha dejado 45 millones de euros en una localidad donde la tasa de paro hace tiempo que no baja del 40%. La alegría se refleja en la cara de un grupo de grupo de amigas que comparten décimo desde hace años y que brindan con champán. También en una familia, con varios miembros en paro, que no para de reír. En vecinos que pasan en coche, con dificultad por la cantidad de gente que abarrota la calle, mientras hacen sonar el claxon. O en una señora que se arranca con una pataíta, contagiada por la emoción, aunque ella no sea una de las agraciadas. 

Sobre las once y media de la mañana, los niños de San Ildefonso provocaron ese río de alegría que ha recorrido todo Barbate. Al cantar el 52.472, muchos vecinos saltaron al comprobar sus décimos. En Andalucía se han vendido 920 décimos de este número, 900 de ellos en la localidad gaditana —diez en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) y otros diez en Antas (Almería), con un millón de euros en premios en cada localidad—, aunque los millones también han llegado a Chiclana. Mucha culpa de ello tienen las peñas carnavalescas Los Robinsones, de Barbate, y Los Hombres del Campo, de Chiclana, que están hermanadas y jugaron el mismo número entre sus socios y conocidos. Un total de 380 décimos.

Un grupo de premiados lo celebra frente a la Administración de Loterías. Autor: Juan Carlos Toro 

Isabel María Gutiérrez y Diego Castillo son los propietarios de la Administración de Loterías que ha vendido los décimos. Ambos están en una nube. Han descorchado varias botellas de champán, han posado con el número premiado y no paran de reír, aunque alguna lágrima también se escapa. No es su primera vez, ya que anteriormente han dado dos segundos premios y un quinto. "Nos falta el primero", expresa Isabel, que porta una camiseta blanca con el número premiado. "Para el año que viene", dice muy segura. Ella, que lleva más de 30 años al frente de este negocio, asegura que está "muy bien tocado", ya que se ha beneficiado "gente muy humilde, que está en paro". "Imagínate lo que es esto para nosotros", expresa en conversación con lavozdelsur.es. Una alegría que inmensa para alguien que lleva "toda la vida repartiendo suerte".

A Carmen se le escapa alguna lágrima antes de hablar. "Me conformaba con la pedrea, con 100 euritos, pero esto ha sido la alegría más grande del mundo", señala, antes de celebrarlo con un vecino que pasa en coche. "Yo pedía salud y mira, ¿tú sabes la alegría que es esto?", le dice a una vecina, que le pregunta, alegrándose por ella. "Nos ha tocado en mi casa y nunca nos había tocado nada. Yo estoy parada y me hace mucha falta, aunque nunca viene mal un pellizquito", agrega. 

El champán riega una calle donde los vecinos bailan de alegría. Autor: Juan Carlos Toro
Varias amigas se abrazan para celebrar el tercer premio. Autor: Juan Carlos Toro

Antonia, Paqui e Isabel son hermanas. Todos los años, cada una compra algunos décimos, que comparten entre todas. Llevan haciéndolo "toda la vida" y, por primera vez, celebran un premio. Antonia fue la encargada de adquirir el número. "Yo se lo compro a un ditero que viene a mi casa y lo comparto con mis hermanas", dice, "ya hacía falta que tocara algo en Barbate". "Está muy repartido, que es lo que hace falta, el pueblo lo necesita", dice su hermana Paqui, que se encontraba en Vejer, acompañando a un familiar a rehabilitación, cuando conoció la noticia. "Nos volvimos corriendo", comenta entre risas. 

Margarita tiene un grupo de WhatsApp con sus amigas que solo activa cuando se va acercando Navidad. En él hablan de los décimos de Lotería que van a comprar. Hace unos años que comenzaron con esta costumbre y, en 2020, han sido agraciadas con el tercer premio. "Era impensable que nos tocara, mi hermano me llamó y no me lo creía", dice Margarita, cuando atiende a lavozdelsur.es. Ella, que está en paro, y su marido, trabajando pero muy pocas horas, agradecen el "empujoncito" que les supone este premio. "Es una satisfacción muy grande", expresa. "Se siente una emoción muy grande, nunca me había tocado nada", acierta a decir, antes de continuar la celebración con sus amigas. En la calle, la alegría se prolonga durante unas horas. 

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