Cuando planeas tu viaje tienes en cuenta muchos factores que puede suponer un retraso, lo que no cuentas es que un pasajero sufra una diarrea en mitad del vuelo y tengas que volver a la ciudad de la que has partido. Esto fue lo que les pasó a las personas que cogieron un vuelo desde Atlanta hasta Barcelona el pasado viernes.
El Airbus A350 de Delta Airlines, que salió el viernes desde Atlanta y con destino a Barcelona, dio media vuelta a causa de la diarrea de un pasajero. El vuelo comenzó con incidencia ya que partió dos horas más tarde de lo previsto. Cuando sobrevolaban el estado de Virginia el pasajero sufrió un episodio de diarrea incontrolable "por toda la cabina".
Fuentes de la aerolínea han explicado que el propio piloto catalogó la situación como un "riesgo biológico", y habló con la torre de control para pedir permiso y regresar al aeropuerto de salida. Tal fue la situación que, al llegar a Atlanta de nuevo, varios trabajadores desinfectaron la aeronave durante horas.
Finalmente, el vuelo retomó su dirección cuatro horas después del aterrizaje de emergencia y los pasajeros llegaron a la ciudad condal con ocho horas de retraso respecto al horario previsto.
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