18 minutos y medio y un objetivo: cambiar, como cambió Arturo Menor, biólogo, cineasta y concienciado sobre qué hay detrás de eso del "somos lo que comemos". Y lo que decidimos a la hora de hacer la compra. "Llevo años consumiendo productos ecológicos", resume. Lo que hay detrás es lo que lleva en su cortometraje documental Darwin se sienta a la mesa, que se estrenará en el Festival de Cine de Málaga el próximo 27 de agosto.
Todo surge para el creador de Barbacana como una exposición cercana a los argumentos que utiliza él mismo para concienciar a su entorno sobre lo que significa consumir de forma responsable. Es un discurso "social, ambiental y de salud. Es el argumento que hacía que muchas personas cambiaran. Decidí hacer un corto con los mismos argumentos. Mi idea era poner una persona en un contexto, en el del consumidor convencional, junto a tres personas que hacen producción sostenible, de temporada y de proximidad, que den una respuesta". El corto se vertebra en la conversación de cuatro mujeres. Una de ellas, la chef Camila Ferraro. El presente y el futuro de la cocina andaluza.
"El argumento más poderoso es que pueden pensar que ayudas a la conservación del medio ambiente y rural, pero que ayudas a preservar la salud. Muchas de las enfermedades que sufrimos están basadas en lo que comemos. Producen diabetes, hipertensión, obesidad, pero luego también por los productos químicos que se acumulan en el organismo y producen cáncer. Es lo más claro", subraya.
https://www.youtube.com/watch?v=Nsk0XVaWjRQ
El corto viene a ser una rebelión frente al mensaje diario que recibimos. "Estamos totalmente engañados. Los productos que comemos son de pésima calidad". ¿Y eso de que el producto ecológico es caro? "No puedes buscar el lowcost. Es tu nutrición. No estoy de acuerdo, pero digamos que puedes comprar ropa barata, unas deportivas, por ejemplo, pero en tu alimentación no. Eres lo que vas a comer. Si ves tus cuentas y ves en qué te gastas el dinero, te lo gastas en móvil, Netfix... Y realmente la alimentación no es tan caro".
Es la democracia del consumidor la que puede obligar a las grandes empresas a centrarse en un producto más sostenible, que en Andalucía tiene más importancia por lo que supone para el sector primario y el mundo rural. "Estamos en una fase crítica. Les imponen semillas, para que den tomates híbridos modificados, girasoles... Si siembras con la semilla de un tomate normal, dará otro tomate. Pero las propias multinacionales venden semillas que dan productos en una primera generación pero no en la segunda, porque son infértiles. Tenemos que tomar ese control sobre los alimentos que comemos".
"Es revolucionario". Lo sería para Andalucía. "Compramos todo de fuera. Pienso en un gran supermercado español. Cómo vienen las lentejas de Estados Unidos. Tengo tíos que sembraban garbanzos pero luego no les salía a cuenta recogerlos. No es opcional cambiar".
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