La huelga en Ryanair se inicia este viernes 15 de agosto con paros en todos los aeropuertos de España donde la compañía opera con base fija. La plantilla de Azul Handling, empresa encargada de los servicios en tierra para el grupo Ryanair, ha convocado una huelga que afectará a buena parte de los vuelos de la aerolínea en el país. Los sindicatos UGT y CGT han dado el paso tras denunciar la falta de empleo estable y las presiones a los trabajadores para realizar horas complementarias.

El calendario de paros arranca este viernes 15 de agosto y será largo: tras los tres primeros días consecutivos (15, 16 y 17), continuará todos los miércoles, viernes, sábados y domingos hasta el 31 de diciembre de 2025. En total, 76 jornadas de huelga que coincidirán con fechas clave del calendario vacacional y festivo.

Los paros se llevarán a cabo en franjas horarias críticas: de 5.00 a 9.00 horas, de 12.00 a 15.00 horas y de 21.00 a 23.59 horas. Según la convocatoria, la huelga se aplicará en todas las bases y centros de trabajo de la empresa en España. Eso incluye los aeropuertos de Alicante, Barcelona, Girona, Ibiza, Lanzarote, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Santiago de Compostela, Sevilla, Tenerife Sur y Valencia.

Los aeropuertos en los que Ryanair no tiene base fija —como Almería, Asturias, Castellón, Fuerteventura, Gran Canaria, Menorca, Murcia, Reus, Santander, Tenerife Norte, Vigo, Vitoria o Zaragoza— no se verán directamente afectados. Sin embargo, los pasajeros podrían sufrir retrasos por la falta de personal en operaciones en tierra.

Los sindicatos justifican la convocatoria en varios puntos. Hablan de la ausencia de consolidación de jornada para el personal fijo a tiempo parcial, de la “imposición y coacción” a la hora de cubrir horas complementarias y de “castigos desproporcionados” para quienes se niegan a aceptarlas. Una situación que, aseguran, se viene repitiendo desde hace tiempo sin que la empresa aporte soluciones.

¿Qué hacer cuando se cancela un vuelo?

Por su parte, Ryanair ha asegurado que los paros no se traducirán en “interrupciones de vuelos”. Sin embargo, el impacto podría ser notable. El handling, los servicios en tierra que incluyen desde el embarque de pasajeros hasta la carga de equipajes, repostaje o asistencia técnica, resulta esencial. Si este personal se planta, los aviones pueden quedarse en tierra aunque los pilotos y la tripulación estén listos para despegar.

Los viajeros deben tener claro qué derechos les amparan si su vuelo resulta cancelado. El Reglamento europeo 261/2004 garantiza compensaciones que varían según la distancia del trayecto: 250 euros para vuelos de hasta 1.500 kilómetros; 400 euros para viajes dentro de la UE superiores a esa distancia o internacionales de hasta 3.500 kilómetros; y hasta 600 euros para rutas de larga distancia que superen los 3.500 kilómetros.

Además, la aerolínea está obligada a ofrecer el reembolso del billete o un vuelo alternativo en condiciones similares. Eso sí, no habrá compensación económica si la cancelación se comunica con más de dos semanas de antelación, o si se notifica entre 14 y 7 días antes y se propone un vuelo alternativo con salidas y llegadas ajustadas a las condiciones legales.

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Patricia Merello

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