Andalucía ha experimentado en los primeros nueve meses del año un leve descenso en la criminalidad convencional con respecto al año anterior, según el balance de criminalidad ofrecido por el Ministerio del Interior. Esta tendencia queda a la espera de que el Gobierno publique las cifras de los últimos meses del año. La situación andaluza, donde se han producido 1.000 delitos menos, contrasta con la media española, tras haber sufrido un incremento cercano al 1%.
Sin embargo, no se puede decir que en Andalucía han bajado los delitos. Simplemente han cambiado. Y es que cada vez es más frecuente la cibercriminalidad. Estos métodos han crecido casi un 5% en la comunidad durante los primeros nueve meses del año. El porcentaje en este apartado sí se sitúa por encima de la media española. Las estafas informáticas lideran este tipo de delincuencia con casi 53.000 delitos en tres trimestres.
En cuanto a la criminalidad convencional, hay que destacar el descenso de un 30% de secuestros, los homicidios dolosos y asesinatos en grado tentativa con una bajada de casi el 7% y los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que han disminuido un 8% con respecto a 2023. Los delitos de tráfico de drogas también han sufrido una caída considerable.
En el lado contrario se encuentran los delitos como homicidios dolosos y asesinatos consumados, que se han incrementado un 8% o los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, con una subida similar. Además, los delitos contra la libertad sexual también han incrementado en la comunidad en casi un 2%. Esto último se ha convertido en un problema en todo el país ya que el aumento total en el territorio de este tipo de delitos es de más de un 6%, lo que suponen 1.000 casos más con respecto al año anterior.


