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"La pobreza no es un accidente. Como la esclavitud y el apartheid, es una creación humana y puede eliminarse con las acciones de los seres humanos". Con esta elocuente frase de Nelson Mandela abre la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) su informe Pobreza Sur 2024, al que ha llamado Barrios olvidados.
Los datos que contiene, no por conocidos o esperados, son menos sangrantes. El 57,6% de los hogares monoparentales está en situación de pobreza en la comunidad andaluza. El 16,2% de los niños y niñas, viven en situación de pobreza severa. Más de 590.000 menores son pobres. El 24% de los menores andaluces vive en hogares que no pueden garantizar una temperatura adecuada. La pobreza, en cuatro de cada cinco casos, se hereda.
"En Andalucía aumenta la exclusión, la pobreza y la precariedad y que, como consecuencia de ello, se está produciendo un grave retroceso en materia de derechos humanos", critica Diego Boza, coordinador general de la Apdha, que presenta su informe Pobreza Sur 2024 cuando se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, cada 10 de diciembre.
"No es casual que Andalucía vuelva a ser, según todos los indicadores, la comunidad autónoma con niveles más elevados de pobreza, exclusión y pobreza infantil", incide Boza. "La creciente desigualdad y el deterioro de los servicios públicos se manifiesta incluso en la esperanza de vida de los andaluces", señala. Los vecinos de barrios pobres viven diez años menos, de media, que los de barrios ricos.
Diez de los 15 barrios más pobres de todo el país son andaluces, con especial incidencia en tres capitales: Sevilla, Córdoba y Málaga. Son ya conocidos, tristemente, por repetidos. Dos sectores del polígono Sur, Tres Barrios-Amate, Torreblanca, Palmete y Polígono Norte en Sevilla; Sector Sur y Polígono Guadalquivir en Córdoba; o Palmilla en Málaga, por poner algunos ejemplos. Por contra, los barrios más ricos de Andalucía —muy lejos de los primeros puestos en el ranking nacional— también están en Sevilla (Los Remedios, Nervión, El Porvenir y Santa Clara), Málaga (Malagueta) y Córdoba (Tejares-San Cayetano).
Por eso, la Apdha quiere con su informe "visibilizar la realidad de unos barrios olvidados, ignorados, vulnerables que generan para sus habitantes una ciudadanía de menor categoría que quienes residen en otras ubicaciones", escribe Boza en el documento.
"La mayoría de las más graves vulneraciones de los derechos humanos se producen precisamente en estos barrios", donde "a los problemas de desempleo, pobreza y exclusión que sufren desde hace décadas sus vecinos y vecinas se une la creciente precariedad laboral así como la inflación de bienes y productos de primera necesidad", señala el coordinador general de la Apdha.
Es Macarena Olid, vicecoordinadora de la Apdha y delegada por Sevilla, quien asegura que la organización, con este informe, quiere "poner rostro a quienes están sufriendo estas situaciones". Y es que "hay cifras y datos que realmente te hielan la sangre", como que seis de cada diez hogares monomarentales están en situación de pobreza, como constata Save The Children. "La pobreza infantil ha aumentado en Andalucía hasta un 3,8%, disparándose hasta un 46,8% de toda la población infantil", agrega.
¿Cuáles son los motivos de esta situación? "El actual modelo productivo, basado en el monocultivo del turismo y en la precariedad laboral, es responsable del aumento de la pobreza y la exclusión en Andalucía", responde Macarena Olid, para quien "tener un trabajo, incluso aunque este sea estable, no garantiza no ser pobre". El aumento de los alquileres, aporta, está detrás de muchos de los problemas de estas familias olvidadas.
"En provincias como Málaga sobre todo, pero también Sevilla o Cádiz, así como en el conjunto de todas las capitales andaluzas, se está produciendo un incremento en el precio del alquiler similar al que se registra en Madrid, Barcelona o Palma de Mallorca, aunque los salarios en Andalucía estén muy por debajo de la media estatal", critica la vicecoordinadora de la Apdha.
1,5 millones de andaluces en situación de vulnerabilidad
Casi siete millones de personas viven en barrios con un nivel de vulnerabilidad de leve a crítica en toda España. De esos casi siete millones, más de millón y medio son andaluces y andaluzas. El dato, uno de los muchos del informe, lo da Manuel Morales, militante de la Apdha e integrante de la Plataforma por la Ley Integral de Barrios Vulnerables.
En estos barrios olvidados hay "polígonos de vivienda funcionalista con sus espacios públicos y comunes arrasados, como si hubiera habido una guerra. Zonas de autoconstrucción donde los empleados de servicios públicos y privados se niegan a entrar. Sectores de infravivienda con continuas promesas de renovación que nunca son cumplidas. Estos barrios ignorados son una parte integral y característica del turístico territorio andaluz", describe Ibán Díaz, profesor de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla.
Sevilla tiene el "triste récord" de contar con seis de los 15 barrios más pobres de España —en cuanto a grandes ciudades—. En su análisis de la ciudad, Díaz recoge que "hay ciertas condiciones estructurales en Sevilla, extensibles al resto de Andalucía, que contribuyen a esta situación", como que es "cada vez más una ciudad dedicada al monocultivo turístico, con un mercado laboral paupérrimo, lo que se traduce en un enorme desempleo estructural y abundancia de trabajos de baja cualificación, remuneración y estabilidad".
Tres Barrios, Polígono Sur y Torreblanca coinciden en "ubicaciones muy desfavorables, producto de decisiones políticas relacionadas con la concentración periférica de los pobres", señala el profesor. "Torreblanca es un barrio de autoconstrucción, al que luego se han añadido iniciativas funcionalistas de vivienda pública, con una ubicación extremadamente periférica en respuesta a su origen como campo de concentración del franquismo. Las iniciativas de vivienda social de Tres Barrios y Polígono Sur también se localizaron en ubicaciones extremadamente alejadas", agrega.
La pobreza en Cádiz, muy localizada
Hacia el interior de la ciudad de Cádiz, en el centro histórico, las rentas bajas se concentran al sur y oeste y las más altas, mirando al puerto. En la zona nueva, el sector privilegiado se extiende a lo largo de toda la playa de la Victoria y los barrios de menor renta se orien tan hacia la Bahía.
Casi todo el centro histórico y una parte de extramuros arroja tasas de desempleo por encima del 30%, según recogen Mamen Belizón, Miguel de Frutos y Antonio Lobato, militantes de la Apdha Cádiz, en el exhaustivo informe de la organización.
Gracias a una encuesta realizada durante el curso 2023/2024, con 355 personas consultadas, señalan que uno de cada diez familias gaditanas necesita acudir a comedores sociales o bancos de alimentos para poder llevarse algo a la boca. Esta cifra aumenta hasta el 22% en intramuros.
Un 20% de las familias de Cádiz reconocen ingresos por debajo de 1.000 euros mensuales, un porcentaje que se dobla, llegando hasta el 40%, en intramuros. El 40% de los hogares de la ciudad no pueden permitirse mantener su hogar a una temperatura adecuada, y en el caso de las familias de intramuros, más de la mitad.
¿Cómo acabar con la marginación en estos barrios?
"A lo largo de la historia se han ensayado diferentes formas de intervención sobre los barrios marginados y, en general, deteriorados. Una tesis bastante fuerte en la intervención urbanística es que la mejora sobre este tipo de barrios implica una mejora del bienestar de la población. Esta tesis se encuentra en la base de muchas políticas públicas y tiene una parte de verdad innegable", incide el profesor Ibán Díaz, de la Universidad de Sevilla.
También se intenta lo que se ha llamado el "redesarrollo de barrios guetizados", en palabras de Díaz, que pone como ejemplos el Polígono Sur, El Vacie o Tres Barrios, donde "la exigua cantidad de recursos que está dispuesto a gastar el gobierno local en estos barrios el que conduce las intervenciones al fracaso, eternamente a medio hacer".
Con conocimiento de causa habla Vanesa González, militante de Apdha Sevilla, criada en Los Pajaritos. "Un barrio obrero sin trabajo, azotado por la droga y la delincuencia, olvidado por la clase política y estigmatizado por los medios de comunicación", describe ella.
"Crecí junto a chavales con pocas expectativas de futuro, criados en familias desestructuradas. Muchos de ellos acabaron presos, consumiendo o vendiendo esas drogas que tanto daño hicieron al barrio. Pero he de decir también crecí junto a médicas, psicólogas, trabajadoras sociales, abogadas, farmacéuticos, quienes también salieron del mismo barrio y se criaron y crecieron en las mismas calles que yo", señala González.
Esta vecina de Los Pajaritos cuenta que "no es fácil crecer hacinados en diminutas viviendas de edificios viejos y abandonados, donde se concentra la exclusión social y donde las ordenanzas municipales parecen no estar en vigor o se aplican de manera distinta al resto de la ciudad". Y se hace varias preguntas: "¿Alguien se imagina, por ejemplo, que en pleno barrio de los Remedios o en El Porvenir se permita una candela o un macrobotellón en el espacio público? Yo en mi barrio lo he visto y, sin embargo, lo que nunca jamás he visto es a la Policía Local acudir para impedirlo".
Un barrio, el suyo, que "también es conocido por su lucha vecinal en la búsqueda de mejorar el barrio, de asociaciones y plataformas vecinales que, sin grandes recursos, siguen apostando por acompañar y realizar programas de inserción laboral para todas las personas que lo necesiten".