Un funcionario del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla ha sido agredido por un paciente. El pasado 26 de noviembre, el interno M.A. agredió a un trabajador de vigilancia del centro durante su subida a celda desde el patio, de forma sorpresiva y sin mediar palabra, propinándole puñetazos en el rostro.
Gracias a la rápida reacción del funcionario, pudo escapar de los ataques, sin tener que lamentar males mayores. Posteriormente, personado el jefe de servicio en el módulo y tras valoración médica al interno, se le aplica tratamiento farmacológico, volviendo a ser reconducido a su celda habitual.
Al agresor le era de aplicación un régimen especial de vida al momento de ocurrir los hechos (consistente en limitaciones de la libertad personal con respecto al régimen general del centro, con salida al patio en solitario y en franjas horarias determinadas). Este régimen le era aplicado dada la trayectoria de incidentes previos de dicho interno, también con funcionarios.
Los funcionarios de servicio habitual en el módulo temían que un ataque pudiera suceder tarde o temprano, debido entre otros, a la negativa reiterada durante días del interno a tomar su medicación prescrita para atajar la sintomatología psicótica. Tales situaciones ponen en riesgo la integridad de los funcionarios en contacto con el interno paciente, al quedar a expuestos a las conductas agresivas que puedan darse en un brote psicótico.
La asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) reclama una mejora en las condiciones materiales de seguridad de los centros de trabajo (con equipamiento y medios coercitivos adecuados), también de los protocolos de información ante agresiones, así como una mayor protección jurídica con el reconocimiento como agentes de autoridad, y el amparo de la Administración en cuanto a la asistencia médica, psicológica y reparación de daños por las lesiones sufridas por ataques.
Comentarios